La secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, se mostró preocupada por los informes de que algunas organizaciones de tráfico de drogas en América Latina están vinculadas a Hezbolá e Irán.
«Tomaremos acciones apropiadas para contrarrestar cualquier amenaza que pueda surgir de las actividades de Irán y Hezbolá en el hemisferio», aseguró Clinton en una audiencia ante el comité de Exteriores del Congreso.
Clinton se refirió al supuesto complot descubierto en octubre para asesinar al embajador de Arabia Saudita en EE.UU, que Washington atribuye a Irán y que iba a ejecutarse a través de un cartel del narcotráfico en México.
«El reciente incidente relacionado con el intento de asesinato del embajador saudita es una llamada de atención que abre un interrogante muy grande», señaló la canciller.
La jefa de la diplomacia estadunidense aseguró que «seguimos buscando lazos directos con Teherán y mantenemos un contacto muy intenso con nuestros aliados en América Latina, tanto para informarles sobre los peligros que representan Irán y Hezbolá, como para trabajar con ellos para mejorar nuestra cooperación de inteligencia».
Mientras tanto, un grupo de 32 senadores presentaron una resolución en el Congreso que anticipa su apoyo en el caso de que el presidente de EE.UU, Barack Obama, decidiera un ataque preventivo contra Irán.
«Esta resolución no es una autorización para utilizar la fuerza militar», dijo el senador independiente Joe Lieberman, presidente de la Comisión de Seguridad Nacional del Senado.
«Pero sin duda es un mensaje al presidente Obama para que sepa que si él decide como comandante en jefe proceder en cualquier momento a un ataque militar contra las instalaciones de armas nucleares de Irán, por la seguridad nacional de EE.UU, entonces puede esperar un amplio apoyo bipartidista del Congreso», añadió.
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