Una joven israelí de origen canadiense que se unió a las fuerzas kurdas en Irak y Siria para luchar contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI) regresó a Israel, según informaron medios locales.
La mujer, Gil Rosenberg (31) salió de Irak hace más de una semana después de haber estado varios meses luchando con las fuerzas kurdas, que tienen mujeres combatientes.
En una entrevista con «Yediot Aharonot», Rosenberg explicó por qué abandonó el campo de batalla y aseguró que no tiene intención de volver a luchar en Irak y Siria.
Las primeras informaciones de que Rosenberg se había unido a las fuerzas kurdas aparecieron el pasado noviembre.
El Shin Bet, que presuntamente la interrogó a su vuelta a Israel, informó que Rosenberg estuvo en Siria desde noviembre hasta principios de 2015, cuando se trasladó a Irak para luchar junto a las fuerzas kurdas.
Teóricamente, abandonó Irak hace una semana y media y voló primero a París y luego a Tel Aviv.
Según el rotativo, la complicada situación militar y política en Irak y Siria, acentuada por la presencia creciente de Irán en la zona la llevaron a tomar la decisión de irse.
«El papel de Irán y el avance del EI me hicieron comprender que había llegado el momento de volver a Israel», explicó Rosenberg, que llegó a Israel procedente de Canadá en 2006.
«Como judíos, decimos 'nunca más' y no hay diferencia entre los judíos y cualquier otro ser humano. La situación en Siria y en Irak me conmovió y quería hacer algo para ayudar», agregó en la entrevista.
La joven sabía que las fuerzas kurdas tenían mujeres combatientes y decidió unirse a ellas.
«No estaba segura de si alguna vez volvería a Israel. Me resultó muy difícil dejar a los amigos junto a los que luché», añadió.
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