El gobierno de Reino Unido prohibirá a municipios locales, organismos públicos e incluso algunas organizaciones estudiantiles, aplicar boicot a ciertas compañías que funcionan en los asentamientos judíos en Cisjordania.

Bajo esta prohibición, todo organismo de base pública perderá su libertad para negarse a comprar bienes y servicios de empresas involucradas en tratados de armas, de combustibles fósiles, de tabaco, o de asentamientos israelíes en dicha región.

Ministros declararon que toda organización que intente continuar con el boicot tendrá que enfrentar «serias sanciones legales».

Fuentes del gobierno británico informaron que se están tomando medidas rígidas en contra de los boicots municipales, porque, según dicen, éstos «debilitan las buenas relaciones comunitarias, envenenan y polarizan el debate, y alimentan el antisemitismo».

Bajo las nuevas normas, todas las autoridades contratantes, incluyendo a municipios, organismos paraestatales y universidades, las cuales reciben la mayoría de sus fondos del Gobierno central, perderán la libertad de tomar decisiones éticas acerca de cuáles son las compañías con las que deciden negociar. La única excepción serán las sanciones que Reino Unido tome acerca de Westminster.

Fuentes del Gobierno informaron que la prohibición también podría afectar a uniones estudiantiles, pero que esa es un «área incierta».

En un gesto significativo y como una manera de destacar la finalidad de la prohibición, el ministro de Gabinete, Matt Hancock, hará el anuncio de esta medida cuando visite Israel esta semana.

Hancock dijo que la actual posición, en la que las autoridades locales tienen la autonomía de tomar decisiones éticas acerca de sus negocios, estaba «debilitando» la seguridad nacional británica.

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