El presidente de Rusia, Vladimir Putin, anunció la retirada de Siria de la mayor parte de su contingente militar, coincidiendo con el inicio de las negociaciones en Ginebra entre el régimen de Bashar al-Assad y la oposición sobre el futuro del país.
El jefe de Estado ruso ordenó al Ministerio de Defensa que comience a retirar las fuerzas rusas de Siria a partir de este martes, un repliegue que, según el Kremlin, se acordó con el mandatario sirio.
El sorpresivo anuncio fue acogido con prudencia por los occidentales y por la oposición siria.
«La tarea encomendada al Ministerio de Defensa y a las fuerzas armadas fue cumplida, por lo que ordené que comience el retiro de la mayor parte de los contingentes militares de la República Árabe de Siria», dijo Putin al ministro de Defensa, Sergei Shoigu.
Rusia comenzó en septiembre una campaña de bombardeos para apoyar al gobierno sirio, una operación que ayudó a apuntalar las fuerzas del régimen y a tomar una posición ofensiva.
Sin embargo, las esperanzas de paz son inciertas, ya que las diferencias entre el gobierno y la oposición siguen siendo abismales, en especial con respecto al futuro de Assad, del que la oposición pide la salida.
En Ginebra, la oposición siria acogió con prudencia el anuncio, declarando que esperaría a poder verificar en terreno el repliegue.
La presidencia rusa señaló que Putin llamó a Assad para informarle.
«Los dos líderes destacaron que las acciones de la fuerza aérea rusa permitieron cambiar de manera radical la lucha contra el terrorismo, golpear la infraestructura de sus combatientes y causarles un daño significativo», informó el Kremlin.
«El contingente que permanecerá en Siria quedará protegido por aire, mar y tierra», afirmó el jefe del gabinete de la presidencia rusa, Sergei Ivanov, al señalar que para ello dispondrá del armamento más avanzado.
En cualquier caso, subrayó que el repliegue no significa que Rusia vaya a disminuir la intensidad de su lucha contra el terrorismo, sino al contrario.
«Pero para ello no necesitamos un contingente como el que hasta ahora estuvo presente allí», explicó Ivanov en declaraciones a la prensa.
Fuentes del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas de Rusia citadas por el periódico «Kommersant» indicaron que en la base de Jmeimim permanecerán al menos cuatro cazabombarderos SU-35, una decena de helicópteros, carros de combate T-90S, transportes blindados y sistemas de defensa antiaérea.
«Aún es pronto para hablar de victoria sobre el terrorismo. El grupo aéreo ruso tiene la misión de continuar los ataques contra las instalaciones de los terroristas», afirmó el viceministro de Defensa ruso, Nikolái Pankov, en la ceremonia de despedida del personal militar ruso en la base siria de Jmeimim.
La guerra civil en Siria, que empezó en marzo de 2011 tras la represión del régimen contra manifestaciones prodemocráticas, se convirtió en un conflicto complejo donde intervienen actores locales e internacionales.
Hasta ahora murieron cerca 270.000 personas y la mitad de la población tuvo que huir del país.
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