El Tribunal de Asuntos Urgentes de El Cairo emitió un fallo que prohíbe todas las actividades de la organización terrorista palestina Hamás en Egipto y estipula la confiscación de sus oficinas.
El dictamen es resultado de una demanda judicial presentada por el abogado egipcio, Samir Sabry, en la que exigía que Hamás, que controla la Franja de Gaza, fuese declarado una «organización terrorista» debido a los vínculos que mantiene con los Hermanos Musulmanes.
Hamás nació del movimiento de los Hermanos Musulmanes, que fue declarado grupo terrorista por el Gobierno de Egipto sostenido por las Fuerzas Armadas y fue objeto de una dura represión desde que los militares derrocaron a uno de sus dirigentes, Mohamed Mursi, de la presidencia del país en julio del año pasado.
Las autoridades egipcias consideran a Hamás una importante amenaza para la seguridad, acusándolo de apoyar a los grupos yihadistas inspirados en Al Qaeda que actúan en la península de Sinaí.
El plan de minar a Hamás de los dirigentes militares egipcios incluye trabajar con los rivales políticos palestinos de Al Fatah y apoyar actividades contra la organización terrorista en Gaza, según informaron responsables de seguridad y diplomáticos en El Cairo citados por «The Jerusalem Post».
La sentencia estipula que las medidas contra Hamás se mantendrán hasta que se diriman dos causas judiciales contra el grupo palestino en Egipto.
Dichos procesos judiciales, abiertos contra Mursi y otros dirigentes de los Hermanos Musulmanes, implican a Hamás en un caso de espionaje para dañar la seguridad de Egipto y en un asalto a varias cárceles.
Hamás, por su parte, condenó la decisión del tribunal.
«Hamás condena la decisión del tribunal egipcio que declara ilegal sus actividades y ordena el cierre de sus oficinas en El Cairo», recoge un comunicado enviado por la oficina de Ismail Haniyeh, líder del Gobierno palestino en Gaza.
«El dictamen de la corte egipcia es una decisión política que golpea al pueblo palestino y a su resistencia contra la ocupación israelí», agregó.
No obstante, el ministro egipcio de Exteriores, Nabil Fahmi, señaló que continuará manteniendo trato con Hamás, aunque le advirtió de no perjudicar los intereses de su país.
«Hamás es un asunto palestino, sea cual sea su ideología, pero si perjudica los intereses egipcios, es diferente», afirmó Fahmi en una rueda de prensa.
El jefe de la diplomacia insistió en que Egipto acogerá a las facciones palestinas - Al Fatah y Hamás - para reanudar las consultas de reconciliación, aunque lamentó el escaso margen de éxito.
Al respecto, criticó que Hamás es la parte «menos entusiasta» en la reconciliación y la que pone obstáculos al proceso.
Durante el Gobierno de Mursi, el grupo palestino disponía de una oficina en El Cairo presidida por uno de sus principales líderes, Musa Abu Marzuq, que comparte la línea intransigente de Haniyeh.
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