A partir de hoy, y por ocho días, el mundo judío celebrará Pesaj, la Fiesta de la Libertad, que recuerda la salida de los Hijos de Israel de la esclavitud en Egipto, relatada en el libro bíblico del Éxodo, y su constitución como pueblo.
La festividad es uno de los «Shloshet Harregalim» (tres fiestas de peregrinaje) del judaísmo junto con Shavuot y Sucot, ya que durante la época en que existía, se acostumbraba a marchar hacia el Templo de Jerusalén para realizar allí ofrendas.
En Pesaj está prohibida la ingesta de alimentos derivados de cereales (trigo, cebada, centeno, avena y espelta) fermentados, llamados en hebreo «jametz».
En su lugar se acostumbra comer matzá (pan ácimo), ya que según la tradición, los Hijos de Israel salieron de Egipto con mucha prisa y no tuvieron tiempo para dejar leudar el pan para el camino.
El Seder (orden, se refiere a la cena tradicional de Pesaj, que cuenta con una sucesión de pasos rituales preestablecidos) se celebra en el hogar la primera noche (en la Diáspora, las dos primeras), aunque se ha sumado la costumbre de hacerlo en comunidad, en sinagogas o salones contratados a tal fin.
En esa comida familiar o comunitaria, los mayores les relatan a los niños la salida de sus antepasados de la opresión egipcia y su peregrinar por el desierto, guiados por un texto de referencia llamado Hagadá.
Los ritos de Pesaj empiezan antes de la festividad, cuando al anochecer anterior se realiza «Bedikat Hajametz» (búsqueda del jametz) en las casas, oficinas y comercios, a fin de eliminar todo resto de alimento leudado; según la tradición, esta práctica se realiza con una vela, una pluma y una cuchara.
Al día siguiente, después del desayuno, se quema lo hallado. Si su cantidad es muy significativa, existe la opción de venderlo a un no judío hasta el final de la festividad.
Los dos primeros y los dos últimos días de Pesaj son no laborables.
Pesaj se encuentra en el segundo lugar después de Yom Kipur en el cumplimiento tradicional por parte de personas generalmente no observantes, pero además, se llevan a cabo rituales seculares alusivos en algunas localidades de Israel, basados en las connotaciones agrícolas de la festividad con la llegada de la primavera, mientras que en instituciones y casas de todo el mundo se aprovecha la ocasión para conversar y debatir acerca de la libertad.
Notas relacionadas:
Pesaj, libertad y democracia
Pesaj: Libertad y Pregunta
Pesaj: Buscando el iPhokomán