«El jabón hecho de judíos es un mito». Se pordría pensar que son palabras de un líder iraní, pero es el tema central de una nueva película del director israelí Eyal Balas (43), que rompe con el mito de que el Tercer Reich utilizó restos de judíos para hacer jabón.
«Jabón», la nueva película de Balas, considera que el mito del jabón se originó en la Primera Guerra Mundial, cuando se rumoreaba que los alemanes estaban convirtiendo cuerpos humanos en productos de limpieza.
Durante la Segunda Guerra Mundial, los guardias de las SS hostigaban a los prisioneros del campo de concentración, y amenazaban con matarlos y convertirlos en jabón.
La historiadora del Holocausto, Deborah Lipstadt, afirmó en «The Jewish Week» que «no hay pruebas de que los nazis hicieran jabón de forma masiva con judíos. Hubo intentos, pero nunca fue práctico».
Ciertos jabones alemanes tenían las iniciales «RIF» impreso en ellos, que se creía significaba «Reichs Juden Fett», algo como «Grasa Judía del Reich».
El Museo del Holocausto de Yad Vashem muestra una barra de jabón RIF donada por un superviviente de la Shoá, pero el significado de la inscripción al parecer no es lo que se piensa.
Aunque este rumor fue desmentido por los historiadores, el sitio web de Yad Vashem contiene tres fotografías de entierros de jabones, con un texto que dice: «En esta tumba está enterrado un jabón hecho de pura grasa judía. Un testimonio silencioso del Holocausto y de la brutalidad de los alemanes».
Cabe recordar que la idea del «jabón hecho de judíos» fue aprobada oficialmente como un hecho real en los juicios de Nüremberg y apoyada por numerosos historiadores, hasta que recientemente se reconoció que fue propaganda de guerra en contra de la Alemania nazi.
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