En un acto aparte, los líderes de la comunidad judía argentina rindieron homenaje a la memoria del fiscal Alberto Nisman y arremetieron contra la presidenta del país por el fallido acuerdo de cooperación judicial con Irán para esclarecer un atentado terrorista en Buenos Aires al conmemorarse el Día Internacional del Holocausto.

«Hoy venimos a honrar la memoria de las víctimas de la Shoá y el 70 aniversario de la liberación de Auschwitz, pero también a rendirle honor a Alberto Nisman, un fiscal que fue víctima por el solo hecho de investigar el ataque más violento que sufrió la República Argentina», dijo Mario Comisarenco, tesorero de la DAIA.

La muerte del fiscal que investigaba el atentado contra la AMIA en 1994 y que había denunciado a la presidenta Cristina Fernández y al canciller Héctor Timerman como ideólogos de un plan para encubrir a los sospechosos iraníes del ataque conmocionó a la comunidad judía local.

Los dirigentes decidieron conmemorar el Día del Holocausto con un acto propio y no aceptar la invitación del gobierno a participar en un evento conjunto, como era la tradición desde que en 2005 la ONU estableció que cada 27 de enero se recuerde a las víctimas del régimen nazi.

«En honor a las víctimas, no vamos a compartir una mesa con quienes no nos brindan la verdad, ni mucho menos justicia; nos encontramos hoy frente a una encrucijada inesperada», planteó Comisarenco.

«Las instituciones no estamos para contestar preguntas, sino para hacerlas. ¿Por qué se firmó un acuerdo con un país que niega la Shoá? ¿Cuáles son los alcances de la reciente denuncia formulada por el fiscal Nisman? ¿Por qué apareció muerto?», enumeró.

Nisman (51) apareció muerto en su apartamento el 18 de enero, horas antes de comparecer ante una comisión del Congreso para explicar la denuncia contra Cristina y Timerman por firmar un memorando de cooperación judicial con Irán en 2013 para desviar la investigación del atentado con la supuesta intención comerciar granos a cambio de petróleo que Argentina necesitaba en un contexto de crisis energética.

La justicia argentina investiga si el fiscal fue asesinado, se suicidó o fue víctima de un suicidio inducido. A más de una semana de su muerte, el cuerpo de Nisman será entregado este miércoles a la familia y sus restos serán enterrados un día después en el cementerio judío de Tablada.

El acuerdo con Irán fue duramente cuestionado por los referentes de la comunidad judía de Argentina, la mayor de América Latina, y significó un punto de quiebre en la relación cordial con el gobierno kirchnerista, el mismo que había impulsado la creación de una unidad fiscal especial para investigar el atentado contra la AMIA y que ante la Asamblea General de la ONU había reclamado en varias oportunidades a Irán que dejara de proteger a los acusados del ataque terrorista.

En la víspera, la presidenta rechazó las acusaciones de Nisman y defendió la firma del acuerdo con Irán como la única vía para sacar de la parálisis a la investigación por el atentado, ya que, según ella, hubiera permitido tomar declaración a los imputados en Teherán. El acuerdo nunca entró en vigencia puesto que fue declarado inconstitucional por la justicia argentina, mientras que el parlamentó iraní nunca lo convalidó.

Por su parte, el gobierno argentino conmemoró el Día del Holocausto en una ceremonia en la que ratificó su compromiso de luchar contra el antisemitismo, el racismo y cualquier clase de discriminación y prejuicio.

Al acto asistieron el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich; el ministro de Justicia, Julio Alak, Abuelas de Plaza de Mayo, otros organismos de Derechos Humanos y representantes de comunidades religiosas.

Igualmente, estuvieron los embajadores de una veintena de países, entre ellos Israel.

La ceremonia estuvo organizada por la cancillería y los ministerios de Justicia y Derechos Humanos, Educación, y el Capítulo Argentino de la Alianza Internacional para la Memoria del Holocausto.

El secretario de Culto, Guillermo Olivieri, reafirmó el compromiso del Gobierno con los valores de la Memoria del Holocausto y los preceptos de la Declaración de Estocolmo, documento fundacional de la Alianza Internacional para la Memoria del Holocausto.

También hicieron uso de la palabra el titular de Justicia, Alak; y el de Educación, Alberto Sileoni, y por los familiares de las víctimas de Holocausto, Beinusz Szmukler, así como el representante de la ONU, Pier Paolo Baladelli.

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