Las duchas dejaron de ser sólo un instrumento de higiene y placer desde que la humanidad supo que los nazis mataron a millones de judíos en cámaras de gas que las imitaban. Uno de los lugares del horror donde eso ocurrió fue el campo de concentración y de exterminio de Auschwitz, en Polonia, donde murieron 1.1 millones de judíos.
Ahora, más de medio siglo después, unos aspersores colocados a la entrada del memorial de Auswitch causaron polémica por sus reminiscencias con la cámaras de gas del Holocausto.
Los responsables del antiguo campo colocaron aspersores de vapor de agua junto al lugar donde los visitantes hacen fila para entrar al museo, con la intención de aliviar el calor que estos días golpea Polonia.
Pero la decisión, aunque bienintencionada, ofendió a algunos visitantes, mostrando que las atrocidades cometidas por los nazis siguen siendo un tema muy sensible, incluso en un lugar preservado para recordarlas.
«En cuanto bajé del autobús me encontré con ellos», se quejó Meir Bulka, un israelí que visitó el lugar.
«Me provocó un shock. Fue un golpe en el estómago», le dijo a «The Jerusalem Post».
«Como judío que perdió a tantos familiares en el Holocausto, parecían las duchas que obligaban a tomar a los judíos antes de las cámaras de gas», agregó Bulka.
«Todos los israelíes sintieron que era algo de muy mal gusto. Alguien lo llamó el 'truco del Holocausto'», añadió.
Bulka fue a la recepción a preguntar y le dijeron que la razón de su instalación era el calor.
«Con todo respecto, me recuerdan a las cámaras de gas», contestó.
«La mujer me dijo que lo sentía mucho», contó.
Sin embargo, los responsables del campo defendieron posteriormente la instalación de los aspersores.
«Dada la extrema ola de calor que experimentamos en agosto, se colocaron aspersores de vapor que enfrían el aire cerca de la entrada del museo», dijeron funcionario del Memorial de Auschwitz.
«Es un lugar expuesto totalmente al sol, sin posibilidad de sombra, donde a veces los visitants tienen que permanecer largo rato porque el memorial es visitado por miles de personas todos los días».
Algunas personas se desamayaron, lo que llevó a la dirección a pensar que algo se debía hacer para remediar la situación.
Los aspersores se colocan los días de temperaturas más altas y se retiran cuando baja la temperatura.
«Es muy difícil para nosotros comentar sugeridas referencias históricas dado que los aspersores de vapor no parecen duchas y las duchas falsas instaladas por los alemanes en algunas cámaras de gas no se utilizaron para expulsar el gas», señalaron los funcionarios.
«El gas Zyklon B se expulsaba en las cámaras de gas de forma totalmente diferente, a través de agujeros en el techo o gotas herméticas en las paredes», añadieron.
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