Carteles republicanos en yidish en los que se leía «¡Barack Obama... Oy vey!» recibieron al vicepresidente norteamericano, Joe Biden, mientras empezaba su campaña en el corazón de la comunidad judía de Florida.
La visita tuvo lugar 24 horas después del discurso del primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, en la ONU, en el cual él mostró un diagrama de una supuesta bomba atómica iraní y en el cual marcó una línea roja.
Pero tanto los votantes como los oradores pasaron relativamente poco tiempo hablando de Israel y de Irán, y mucho más sobre el Medicare y los planes republicanos para cambiarlo. Fue otra señal de que, a pesar de todos los esfuerzos republicanos por ganarse a los votantes judíos, ellos siguen siendo un bloque del electorado solidamente demócrata.
«Netanyahu estaba predicando a los conversos, hasta donde él estaba siendo político», dijo Ken Werden, de 73 años, residente de la enorme comunidad de jubilados.
«Los votantes judíos apoyan a Obama porque, históricamente, no hemos visto a los republicanos como miembros de la comunidad judía, especialmente en lo que se refiere a los derechos civiles o al Medicare».
Werden, no obstante, admitió que él es hasta cierto punto una minoría: un votante judío ortodoxo que está de parte del presidente Obama. «Para muchos ortodoxos, el tema número uno es Israel», dijo.
Eso estuvo claro en la sinagoga ortodoxa Jabad Weltman, cuyos feligreses consideran que Obama no se mostró bastante duro con Ahmadinejad.
Mientras se dirigía a los presentes, Biden trató de refutar esa idea hablando de las «obligaciones especiales» de EE.UU. «Una de ellas es Israel», aseguró.
«Quiero decirles lo orgulloso que estoy de estar hombro con hombro al lado de un hombre que hizo más por la seguridad de Israel que ningún otro presidente bajo el cual tuve la oportunidad de trabajar», agregó.
Las encuestas actuales sugieren que la mayoría de los votantes en Florida ya tomaron su decisión. Los demócratas votarán por los demócratas, los republicanos por los republicanos, y los independientes están divididos a la mitad, pero en estos momentos parecen favorecer a Obama.
Un sondeo llevado a cabo por el Comité Judío Americano, mostró a Obama ganando el 69% del voto, en contraste con el 25% que se puso de parte Romney.
La encuesta concluyó que el 51% estaba de acuerdo y el 36% en desacuerdo con la manera en que el presidente está manejando el programa nuclear iraní. El 79% dijeron estar «muy preocupados».
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