El líder de la comunidad judía alemana, Dieter Graumann, afirmó que la visita a campos de concentración y otros sitios en memoria del Holocausto nazi debería aumentar y ser costumbre para todos los estudiantes del país.
«Quien visita esos sitios quedará inmunizado contra el antisemitismo o el racismo para toda la vida», explicó el presidente del Consejo Central de los Judíos.
«A medida que pasa el tiempo y la distancia con el régimen nazi es mayor, se vuelve cada vez más necesario un compromiso personal con el pasado para mantener despierta la conciencia», señaló.
Graumann lamentó por eso que los jugadores de la selección alemana de fútbol, tomados como modelo para muchos jóvenes, visitaran casi en secreto el ex campo de concentración de Auschwitz durante la Eurocopa en Polonia y Ucrania este año en lugar de hacerlo en grupo y de forma pública.
Al asumir el cargo en 2010, Graumann dijo que se fijó el lema «Más actos que críticas», pero al llegar a la mitad de su mandato de cuatro años reconoció que logró ese objetivo sólo a medias.
«El principal motivo son los numerosos debates públicos que implicaron este año a la comunidad judía, como las polémicas críticas a Israel vertidas por el premio Nobel de Literatura, Günter Grass, la posible ilegalización del partido neonazi NPD o la nueva ley para amparar la circuncisión en Alemania», añadió.
«Nuestra tarea es participar con pasión en esos debates. Por eso el Consejo Central de los Judíos no ganará nunca concursos de popularidad», reconoció.
Graumann consideró que la relación entre Alemania y los judíos es cada vez menos tensa, pero advirtió que «aún no puede hablarse de una normalización».
«Estamos en camino, pero aún falta un buen trecho hasta que lleguemos a eso», subrayó.
Lo mismo vale para la relación de Alemania con el Estado de Israel que, según los sondeos, muchos alemanes consideran una amenaza a la paz mundial, en muchas ocasiones incluso por encima de Irán», destacó.
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