Una de las principales orquestas del mundo, la Filarmónica de Viena, revelará hy información sobre sus actividades durante el período del gobierno nazi en Austria, tras tras las acusaciones del historiador y diputado austríaco del partido de Los Verdes, Harald Walser, de que la orquesta se resiste a esclarecer por completo su pasado y trata de enmascarar parte de lo sucedido.

Un equipo de tres historiadores dará a conocer sus descubrimientos, que se basan en parte en los archivos recientemente descubiertos en un sótano de la sede de la orquesta.

«Es una vergüenza para la Filarmónica que no fue capaz de evaluar de forma consecuente su pasado. Es una historia de silencios, ocultamientos y falsificaciones», explicó Walser.

El director de la Filarmónica de Viena, Clemens Hellsberg, consideró «injustas» las críticas, y aunque recordó que su archivo pertenece a una entidad privada, está abierto a los investigadores.

Hellsberg es autor de uno de los libros canónicos sobre la historia de la orquesta, publicado en 1992 con el título de «Democracia de reyes», y recibido entonces como un avance para aclarar el papel de los músicos durante el periodo nazi.

Allí se recoge que tras la anexión de Austria por la Alemania nazi, once miembros judíos de la orquesta fueron expulsados y seis de ellos murieron en campos de exterminio.

Según ese libro, casi la mitad de los 112 filarmónicos estuvieron afiliados al partido nazi. Los músicos estuvieron excluidos del frente y a cambio dieron conciertos propagandísticos en honor a Hitler en territorios ocupados por sus tropas. Tras la guerra, la orquesta mantuvo a la mayoría de sus cincuenta miembros nazis.

Walser aseguró además que la Filarmónica oculta otras partes incómodas de su pasado y no permite el acceso a todos los archivos, por lo que en su momento propuso una comisión independiente de historiadores que indaguen en su pasado, algo que fue rechazado por Hellsberg.

Como ejemplo, Walser sostuvo que la Filarmónica entregó una réplica de un anillo de honor al criminal de guerra nazi, Baldur von Schirach, cuando salió de la cárcel en 1966, algo que no se recoge en el libro del jefe de los filarmónicos.

Hellsberg aseguró que, de haberse producido ese episodio, se trató de un «acto individual» y no en nombre de la orquesta.

«La Filarmónica es un estandarte cultural de Austria y recibe grandes subvenciones de la República. Tiene una responsabilidad con Austria y con su propia historia», recalcó Walser.

Para desgracia de la Filarmónica, sólo el ultranacionalista Partido Liberal (FPÖ), conocido por su ambigüedad con el pasado nazi, salió en su defensa.

La ministra de Cultura de Austria, la socialdemócrata Claudia Schmied, exigió que la orquesta afronte sin ambages su pasado. También el ex director de la Ópera de Viena, Ioan Holender, criticó a la orquesta.

La página digital de la Filarmónica es un ejemplo de algunos de los reproches. Allí se pasa revista a la época nazi en apenas un par de frases, no se menciona por su nombre a los músicos muertos en campos de exterminio ni el papel de la orquesta durante el nazismo.

«La página web de la Filarmónica es un escándalo. No son siquiera capaces de rememorar a sus compañeros judíos que murieron en campos de concentración nazis. Es escandaloso e inaceptable», agregó Walser.

El historiador suizo, Fritz Trümpi, autor del libro «Orquestas politizadas», un estudio comparativo publicado en 2011 sobre la Filarmónica de Viena y la de Berlín durante la época nazi, señaló que pudo acceder a los documentos que quiso consultar, pero sólo después de muchas resistencias y gestiones.

El historiador coincidió en que la Filarmónica de Viena sólo actúa por la presión de la opinión pública, y consideró que aún hay un enorme campo de investigación sobre la orquesta.

Tras las críticas, Hellsberg precisó que el próximo mayo la Filarmónica estrenará una nueva web en la que se trabaja desde hace tiempo y que tratará de forma amplia ese oscuro capítulo que sigue persiguiendo aún hoy a la orquesta.

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