El Papa Francisco recibió a la misión del Diálogo Interreligioso Argentino, conformada por 43 personas profesantes de la religión judía, cristiana y musulmana, y ponderó que «viajaron juntos por Jerusalén, Ramallah, Ammán y llegaron al Vaticano para encontrarnos y culminar este viaje». El Sumo Pontífice recibió a la misión interconfesional organizada por el Instituto de Diálogo Interreligioso y el Congreso Judío Latinoamericano (CJL) durante unos 50 minutos, y saludó uno a uno a los integrantes, que estuvieron acompañados por el embajador argentino ante la Santa Sede, Juan Pablo Cafiero.
Claudio Epelman, director ejecutivo del CJL, señaló que el Papa Francisco dijo sentirse «conmovido al saber que judíos, cristianos y musulmanes recorrieron juntos los Santos Lugares».
Los participantes reconocieron en la tarea previa al papado de Bergoglio una fuente de inspiración para el diálogo interconfesional y para esta misión que acaban de concluir.
El diputado argentino, Carlos Kunkel, expresó su emoción «por haber participado del viaje» y valoró que «los católicos encontramos una respuesta satisfactoria en la tarea que está haciendo el Papa».
Kunkel destacó que «fue una experiencia maravillosa haber sido invitado a acompañar a este grupo de gente que brega por la paz. Demostramos que en Argentina es posible la convivencia poniendo por encima de todo la voluntad del diálogo para sobreponernos a las diferencias».
El diputado oficialista aseveró que este tema también «es una verdadera política del Estado y del gobierno argentino», y se mostró comprometido en apoyar estas iniciativas.
El líder espiritual católico, Guillermo Marcó, ratificó que el trabajo del Papa Francisco «es inspirador, y este encuentro es un escalón más en toda su obra».
Marcó, uno de los artífices del Instituto de Diálogo Interreligioso - junto a Omar Abboud y el rabino Daniel Goldman - anticipó a que «el Papa nos dijo que piensa viajar a Oriente Medio acompañado por un judío y un musulmán», en su peregrinación planificada para fines de mayo, si bien no dio mayores precisiones respecto a quiénes serían esos acompañantes.
Para Abboud, «siempre las entrevistas con Bergoglio superan las expectativas en términos conceptuales».
Respecto al objetivo de la misión general que los llevó por Oriente Medio y el Vaticano, el dirigente musulmán destacó «la cultura del encuentro», y coincidió con Kunkel al afirmar que es necesario «fomentar esta iniciativa como una de las expresiones de nuestra argentinidad».
«En este viaje nos expusimos como hombres de fe que iniciamos una peregrinación teniendo en cuenta que somos todos argentinos. Y en particular, en mi carácter de musulmán, concurrí considerando valores como la justicia y la solidaridad», agregó.
En la misma línea se expresó el rabino Goldman. «La tarea que realiza el Instituto de Diálogo Interreligioso permite que Argentina pueda ser un símbolo de aquella fraternidad que debe existir entre los pueblos».
El rabino catalogó el encuentro con el Papa Francisco como «muy emotivo e intenso donde se plasmó esta integración que tenemos quienes creemos en el diálogo».
Para Luis Grynwald, ex presidente de AMIA, la reunión fue «una semilla por la paz que esperemos que ayude a que florezca en todos los pueblos».
Respecto a la delegación y la tarea emprendida, consideró que «estamos haciendo algo muy interesante y valioso, comprometido con la acción por el diálogo y la paz, desde una Argentina que es un buen ejemplo de ello».
Omar Kaddour, integrante de la delegación en su carácter de cristiano de origen sirio, consideró que «el Papa no es un árbitro sino nuestro jugador principal en esta tarea del diálogo. Estamos asistiendo a una nueva era, la era de la fraternidad».
Jorge Telerman, por su parte, destacó la «humildad y sabiduría del Papa, que nos compromete a trabajar más aún por la armonía y el encuentro entre todos. Fue un emocionante fin de la travesía», añadió.
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