Tres meses después de volver de las islas Malvinas, el soldado Silvio Katz, de diecinueve años, vio desde el autobús al subteniente Eduardo Sergio Flores Ardoino. «Me oriné encima de miedo. Ni siquiera me di cuenta en el momento. Sentí terror. Un calor me recorrió el cuerpo y cuando miré estaba empapado. Me dio mucha vergüenza».
Su superior en las Malvinas «caminaba por la calle con las manos en la campera». Parecía que nada había cambiado o, al menos, eso sintió Silvio, «estaba en Buenos Aires, la guerra había terminado, pero él me seguía dominando».
Los directores de «North Bank Suzhou Creek», que se estrenará en Nueva York a finales de este año, declararon que la historia de lo sucedido durante la Segunda Guerra Mundial en Shanghai debía ser contada.
La obra, realizada en colaboración con el Museo de Refugiados Judíos de Shanghai, es un drama histórico cuyo argumento se centra en torno a las relaciones entre los refugiados, los funcionarios japoneses y los ciudadanos chinos, representando la diversidad de Shanghai y su tradición de tolerancia y multiculturalismo.