Las máscaras conocidas más antiguas del mundo, que anteceden a la Biblia en miles de años, se exhiben en Jerusalén en la mayor muestra hasta ahora de los rostros macabros.
Las 11 máscaras de piedra, que al parecer fueron descubiertas en el desierto y colinas cerca de Jerusalén, datan de hace 9.000 años y ofrecen un atisbo sobre algunos de los rituales más antiguos de la civilización.
«Es digno de entusiasmo. Es emocionante estudiar objetos tan antiguos, tan anteriores a la teología que devino judaísmo, cristianismo y después islam, para sentir que existe algún tipo de conexión, que forman parte de una historia continua», afirmó James Snyder, director del Museo de Israel, que presenta la exhibición.
Se cree que las máscaras fueron creadas para semejar cráneos y cada una tiene su propia personalidad. Algunas prsentan orificios redondos para los ojos y otras insinúan una hilera de dientes. Una máscara alargada recuerda la del villano Hannibal Lecter en la película «El silencio de los inocentes».
Las máscaras constituyen un enigma. La mayoría llegó a manos de coleccionistas privados en las últimas décadas, de modo que tomó diez años de datación científica y comparación con máscaras similares descubiertas en excavaciones israelíes para que los expertos determinaran su origen y autenticidad.
Según Iain Morley, profesor de paleoantropología en la Universidad de Oxford, son los objetos más antiguos de su clase. «No creo que haya nada en el mundo de una época tan remota que se pueda calificar de máscara», afirmó.
En las últimas semanas, los investigadores dicen haber resuelto uno de los misterios. Pruebas de simulación informática efectuadas en la Universidad Hebrea en Jerusalén llevaron a los expertos a la conclusión de que muchas de las máscaras fueron usadas en rostros humanos y no adosadas a estructuras en lugares de culto, como se suponía.
Datan del período neolítico, antes de la invención de la escritura. Pero la tradición del uso de las máscaras es al parecer aun anterior.
«Pinturas rupestres de hace 25.000 años muestran a seres humanos con máscaras animales. Pero no se hallaron máscaras de esa época, posiblemente porque fueron confeccionadas con material biodegradable», señaló la curadora Debby Hershman.
«Las máscaras de piedra fueron creadas en un momento decisivo en la historia de la civilización, cuando los seres humanos en la Media Luna Fértil abandonaron su estilo de vida como cazadores y recolectores para abrazar la agricultura. La región de Jerusalén fue uno de los principales centros de la revolución agrícola», explicó.
«Es la revolución más importante que haya sucedido jamás. La gente que creó estas máscaras son de hecho los fundadores de la civilización», añadió Hershman.
Expertos creen que las comunidades agrícolas necesitaban reforzar sus vínculos sociales para mantener su conexión con la tierra y entre sí, de modo que empezaron a efectuar ritos. Se supone que las máscaras de piedra fueron creadas para que se parecieran a los cráneos de los antecesores muertos y se usaron en las primeras ceremonias públicas de la civilización.
El Museo de Israel es propietario de dos de las máscaras. Una fue descubierta en una excavación israelí y otra provino de la colección personal del ex ministro de Defensa, Moshé Dayán, entusiasta de las antigüedades que murió en 1981.
A su vez, Judy y Michael Steinhardt, prominentes coleccionistas de Nueva York, accedieron a prestar sus máscaras al museo para investigación y exhibición.
Fotos: Gentileza Museo Israel
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