Israel y Jordania firmaron un acuerdo para construir un acueducto que una el Mar Rojo con el Mar Muerto con el fin de solucionar la falta de agua en la zona.
Según la agencia oficial jordana Petra, el acuerdo firmado en Ammán proyecta la primera parte de un proyecto muy dilatado, tras la firma de una carta de intenciones en diciembre de 2012 en Washington entre representantes de Israel, Jordania y la Autoridad Palestina (AP), con el objetivo de salvar el Mar Muerto.
El trazado proyecta que se construya un sistema que lleve agua desde el golfo de Aqaba, en el norte del Mar Rojo, para recolectar 300 millones de metros cúbicos cada año, informó el ministro de Aguas e Irrigación jordano, Dr. Hazim El-Naser.
Una parte del agua va a ser transportada por cuatro conductos hacia el Mar Muerto, una masa de agua mediterránea, extremadamente salada, que se estima podría secarse antes de 2050.
Otra porción del líquido va a ser desalinizada para ser distribuida en Israel y en Jordania para aplacar la falta de agua que afecta a la región y unos 30 millones de metros cúbicos, tratados también para quitarles la sal, van a ser enviados a la AP.
«Es el proyecto más importante desde la firma del tratado de paz con Jordania» en 1994, dijo el ministro de Energía, Desarrollo y Recursos Naturales israelí, Silvan Shalom.
La iniciativa, respaldada por el Banco Mundial, busca bombear 1.000 millones de metros cúbicos de agua cada año para llevar el nivel del agua del Mar Muerto que se está encogiendo de 420 a 315 metros por debajo del nivel del mar.
El proyecto también suministrará la que será la mayor planta desalinizadora del mundo, la cual funcionará con su propia energía hidroeléctrica.
Sin embargo, varios grupos ambientalistas, advirtieron que el proyecto podría afectar el frágil ecosistema del Mar Muerto, que temen sea contaminado por aguas del Mar Rojo.
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