El presidente israelí, Shimón Peres, y su homólogo de Panamá, Ricardo Martinelli, destacaron el impulso que recibieron las relaciones bilaterales entre ambos países en los últimos años y su aspiración de que en los próximos meses ambos puedan concretar un tratado de libre comercio (TLC).
«Estoy convencido de que las relaciones entre Israel y Panamá seguirán desarrollándose. Estamos en el proceso de firmar un acuerdo de libre comercio que creo que estará listo en un par de meses», reveló Martinelli en Jerusalén durante un comparecencia ante los medios.
El dirigente panameño, que dejará el cargo en las próximas semanas casi a la par que el israelí, subrayó que en los últimos años las relaciones bilaterales se fortalecieron y que «seguirán fortaleciéndose» con la entrada en funciones del próximo jefe del Estado en su país.
Peres le aseguró que hay mucho espacio para desarrollarlas y dijo creer en ese futuro porque «Panamá está introduciendo las más modernas tecnologías y equipos», una industria punta en Israel en la que tienen amplios campos de cooperación.
El mandatario hebreo agradeció el apoyo político a escala internacional que Israel recibió del Gobierno de Martinelli, entre otros asuntos cuando en 2012 la Autoridad Palestina (AP) presentó su petición a la ONU para ser aceptada como Estado, votación en la que Panamá se abstuvo.
«Para nosotros Panamá no es un mero sitio en el mapa, es un lugar en nuestros corazones, y lo que tenemos con Panamá es un asunto de amistad más que otra cosa», subrayó Peres al decir con humor que «no estoy seguro de que Panamá sea el país más grande del mundo, pero desde luego es el mejor amigo de Israel en el mundo».
Durante su gestión, Martinelli apoyó las políticas de Israel en los foros internacionales en la creencia de que no hay amistades a medias.
«Hay una expresión en español acerca de que no hay mujeres medio embarazas. O lo está o no lo está, es decir, o eres amigo o no lo eres y si lo eres, lo eres para los buenos momentos y para los malos», explicó metafóricamente.
Martinelli, que ya estuvo en Israel en 2010 para conocer de cerca el desarrollo tecnológico del Estado judío, llegó la noche del miércoles procedente de España para una visita oficial, en la que también se reunió con el primer ministro Binyamín Netanyahu.
El presidente panameño, que recordó la estratégica ubicación de su país entre dos océanos unidos por el canal, trata de convencer a empresas israelíes que utilicen Panamá como centro regional de operaciones, y reconoció que entre las dificultades que aún existen está la de que no halla una conexión aérea entre ambos, un obstáculo también para el turismo.
En ese sentido mostró la disposición de su Gobierno de «ayudar económicamente» a la aerolínea El Al si ésta se decidiera a establecer esa conexión, y en el caso de que no fuera perfectamente rentable.
Dentro de esta estrategia, Panamá abrió el verano pasado un delegación turística en Tel Aviv con el objetivo de incrementar el número de visitantes de Israel y servir de puente para otros países latinoamericanos.
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