El primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, agradeció al Reino Unido su nueva directiva contra cualquier iniciativa que exhorte al boicot a Israel, una decisión adoptada por Londres frente a distintos llamamientos del movimiento BDS (Boicot, Desinversiones, Sanciones) y grupos de izquierdas.
«Quiero elogiar al Gobierno británico por su negativa a discriminar a Israel y a los israelíes y felicitarlo por ponerse del lado de la única democracia en Oriente Medio», dijo Netanyahu al recibir en Jerusalén a una delegación del Reino Unido encabezada por el ministro de la Oficina del Gabinete, Matthew Hancock, y el viceministro de Exteriores, Tobias Ellwood.
Durante la visita, que coincidió con el anuncio por Londres de la normativa, el jefe del Gobierno hebreo calificó de «antisemitismo» los distintos intentos de boicot a Israel al que grupos propalestinos exhortan desde hace años con el argumento de que el Estado judío viola el derecho internacional en Cisjordania.
«Durante siglos, los judíos sufrieron expresiones terribles de odio. El pueblo judío fue acusado de ser la fuente de toda inestabilidad, de envenenar los pozos de agua del mundo, de matar deliberadamente a niños y beber su sangre», agregó Netanyahu.
«Esta práctica no acabó. Ahora el antisemitismo moderno no sólo ataca a judíos como individuos, sino que les ataca como colectivo, y las acusaciones de las que culpaban durante siglos son las mismas de las que acusan ahora al Estado judío», subrayó.
En el encuentro participó también una delegación de lores de varios partidos y parlamentarios con el propósito de impulsar el comercio entre ambos países y la cooperación en seguridad en el ciberespacio.
«Me complace poder anunciar que difundimos directrices a las autoridades públicas en el Reino Unido con las que se aclara que la discriminación contra un miembro de la Organización Mundial del Comercio (OMC), incluido Israel, está mal, es ilegal y debe ser detenida», explicó Hancock.
El Reino Unido, agregó, «lo hace porque creemos verdaderamente en un comercio abierto y libre, y que la discriminación es inapropiada y debemos oponernos a ella».
La decisión británica fue criticada por la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), que se mostró «preocupada» por una directriz que implica «la prohibición de cualquier tipo de iniciativa ética por los gobiernos locales, organismos públicos y cualquier organización que reciba fondos públicos, incluyendo algunas uniones de estudiantes».
«En términos prácticos, esto significa que dichos organismos tienen prohibido ejercer su derecho democrático y de libertad de elección para no ser cómplices en el proyecto de asentamientos israelíes y de adoptar una postura positiva, moral y legal frente a ese crimen de guerra», consideraron los dirigentes palestinos Saeb Erekat y Hanán Ashrawi.
Ambos se entrevistaron, por separado, con la delegación británica para expresarle su disconformidad con la nueva regulación, que consideraron una «regresión en la política exterior británica y que envía un mensaje de impunidad a la ocupación israelí».
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