En las últimas semanas, la Autoridad Palestina ha sido golpeada por una oleada de protestas por parte de los residentes que reclaman contra el estado de la economía, el creciente costo de vida y una serie de medidas de austeridad que están siendo promovidas por el Primer Ministro palestino, Salam Fayyad.
El plan de Fayyad, cuyo objetivo es reducir el déficit presupuestario de la Autoridad Palestina, incluye medidas como el incremento de los impuestos, nuevos impuestos a las ganancias y la jubilación obligatoria para 26.000 empleados públicos.
En las últimas semanas, cientos de personas participaron de las marchas en Ramallah, Naplusa y Tulkarem. Además, durante el fin de semana, cientos de manifestantes en Hebró pidieron la renuncia de Fayyad.
Mientras tanto, diversos grupos en Facebook instaron a los usuarios de Internet a expresar su oposición a las políticas financieras del Primer Ministro y amenazaron con agravar la lucha.
Según fuentes del Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel, algunos miembros de Fatah temen que la desaprobación de la opinión pública pueda socavar su posición, mientras que otros están aprovechando los disturbios para boicotear a Fayyad.