El vicepresidente estadounidense, Joe Biden, manifestó que el gobierno del presidente sirio, Bashar al-Assad, «no está en condiciones de conducir la nación». Por ese motivo, aseguró que Estados Unidos trabaja con sus socios «para que la oposición siria esté más unida y solidaria».
En su discurso ante los líderes que participan en la Conferencia Mundial de Seguridad de Munich, Biden urgió al líder de la Coalición Nacional para las Fuerzas de la Oposición y de la Revolución Siria (CNFORS), Moaz al-Jatib, a que apuntale la unidad de dicho organismo y aísle a los extremistas.
Biden apremió a Al Jatib a que continúe con sus esfuerzos de mantener la unidad en torno al liderazgo de la CNFORS, de aislar a los elementos extremistas en el seno de la coalición opositora, y de abrirse y acomodar en el organismo a la amplia gama de comunidad en Siria, incluidos la alawita - la etnia a la que pertenece Bashar al-Assad -, los cristianos y los kurdos.
El vicepresidente elogió «el coraje y el liderazgo» de Al Jatib en la CNFORS, considerado por la comunidad internacional como el «representante legítimo del pueblo sirio.
Biden aceptó la «amplitud de miras bajo ciertas circunstancias» del líder de la CNFORS con respecto a unas posibles negociaciones con el gobierno sirio.
En este sentido, ratificó que Estados Unidos aboga por el fin del régimen de Al Assad y el inicio de una transición hacia «una Siria pacífica, inclusiva y democrática».
El vicepresidente norteamericano aseguró que «no es ningún secreto que Rusia y Estados Unidos tienen serias diferencias sobre el camino de transición que debe recorrer Siria». Sin embargo, enfatizó que «debemos superar nuestras divergencias, a tenor de la situación cada vez más desesperada que vive el pueblo sirio».
«Es importante que Estados Unidos y Rusia sigan cooperando», destacó, aunque evidenció las diferencias cuando reclamó la caída de Al Assad a quien se refirió como «un verdadero tirano que se aferra al poder y que ya no está en condiciones de gobernar».
Para ello, Biden destacó el papel del enviado especial de la ONU y la Liga Árabe en Siria, Lajdar Brahimi, así como el compromiso de Estados Unidos con su labor.
Tras informar que mantuvo un encuentro bilateral con Brahimi en el que abordó la situación humanitaria en Siria y las implicaciones regionales del conflicto, Biden hizo hincapié en su respaldo a la gestión del diplomático argelino.
Además, el vicepresidente norteamericano le ofreció a Irán negociaciones bilaterales directas acerca de su plan nuclear, sobre el que hay sospechas de que tiene un objetivo militar.
«Sigue habiendo tiempo y espacio para el éxito de la diplomacia, respaldada por la presión. Llegó el momento de que Irán se avenga a negociar de forma seria y con buena voluntad; estamos dispuestos a reunirnos», señaló el mandatario.
Durante la conferencia se conoció la versión, publicada por la revista norteamericana «Time» y reproducida en medios israelíes, de que Estados Unidos dio luz verde a Israel para realizar más ataques en Siria, como el producido hace pocos días cerca de Damasco.
Incluso, los bombardeos alcanzarían a opositores si intentan hacerse con las armas químicas de destrucción masiva, según el diario británico «The Times».
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