Un grupo de judíos radicales ultraderechistas intentó esta madrugada incendiar y pintó grafitis ofensivos en la mezquita abandonada de Nebi Akasha, situada en la parte oeste de Jerusalén en medio de un barrio judío ultraortodoxo, como parte de su política denominada "Etiqueta de precio.
El ataque no causó daños a la estructura, pero sí ennegreció algunas paredes, en parte porque los bomberos recibieron pronto el aviso y tardaron poco en llegar, según medios locales.
La mezquita apareció con cuatro pintadas en hebreo: "Etiqueta de precio", "Marcada para demolición", "Mahoma está muerto" y "Kahane tenía razón", en alusión al asesinado rabino cuyo partido fue ilegalizado por el racismo y ultranacionalismo de sus planteamientos.
En otros aparentes ataques de ultraderechistas israelíes, dos camiones y un coche palestinos han sido quemados esta madrugada en el norte de Cisjordania, mientras que vehículos palestinos fueron apedreados en un cruce.