El primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, dialogó con el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, sobre el estancado proceso negociador con los palestinos, pero descartó renunciar a la ampliación de asentamientos judíos en Cisjordania.Netanyahu que recibió a Ban en su residencia de Jerusalén estimulado por su reciente reelección como líder del gobernante partido Likud, no dio señales de tomar en cuenta la solicitud del titular de la ONU para mostrar gestos de buena voluntad hacia los palestinos.
«Este es el momento para desplegar más liderazgo a fin de asegurar que continúen las negociaciones, en tanto usted fue reelecto líder del partido Likud y va a cumplir otro mandato», comentó el diplomático visitante a su anfitrión en una rueda de prensa.
Ban intenta que el Estado judío haga alguna concesión para mantener vivas las hasta ahora malogradas tratativas con de la Autoridad Palestina, cuyo presidente, Mahmud Abbás, exige que cesen las construcciones judías en los asentamientos.
El Gobierno israelí autorizó el domingo subsidiar 70 viviendas en los asentamientos de Cisjordania, alegando que están en la lista de 557 prioridades nacionales en comunidades elegibles para proyectos de desarrollo.
Según fuentes locales, 57 de esas colonias están localizadas fuera del límite de la ruta planeada para la franja de seguridad.
Ban repitió el llamado a Netanyahu para que se abstuviera de edificar más asentamientos en la Ribera Occidental durante las pláticas en las que - según describieron - ambos abordaron vías significativas para sostener un diálogo con la AP.
«También urgí fuertemente al Gobierno de Israel a actuar en un espíritu constructivo y ofrecer gestos de buena voluntad que permitan crear una dinámica positiva», agregó Ban, que tenía previsto reunirse en Ramallah con el presidente palestino Abbás.
La AP culpó a Israel del fracaso de los cinco contactos exploratorios sostenidos en Ammán con el auspicio de Jordania, destinados a reanudar las negociaciones directas interrumpidas en septiembre de 2010.
Abbás reclamó a Netanyahu que acepte establecer un Estado palestino independiente sobre las fronteras de junio de 1967, pero el mandatario israelí considera esos límites indefendibles.
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