Dos magistrados de la Corte Suprema israelí reprendieron con dureza en una vista judicial al representante del Estado por haber incumplido la fecha tope de evacuación del barrio Colina de Ulpana situado en el asentamiento judío de Beit-El, en Cisjordania, y pedido la reapertura del caso, que tiene sentencia en firme.

«El Estado adoptó un compromiso que no fue voluntario. La pregunta es: ¿adónde nos lleva esto? Cuando el Estado adopta un compromiso, ni siquiera contemplamos la posibilidad de que no sea cumplido», dijo Uzi Fogelman, uno de los tres jueces en la vista para estudiar la demanda del Estado de posponer tres meses el desalojo del asentamiento, que quedó pendiente de decisión.

Otro de los magistrados, Salim Yubrán, preguntó de forma retórica: «¿El Estado de Israel convirtió en un hábito rellenar peticiones pidiendo exenciones? ¿Qué hicieron ustedes el año pasado? ¿Quizás nunca pensaron cumplir sus obligaciones? Esto es muy poco sano judicialmente».

Fogelman dijo a la representante del Estado, Osnat Mandel, que la «petición para la extensión es vaga» y que no entiende «cuál es la base legal que la sustenta».

«¿Hay algún precedente legal para tal demanda, en este sistema legal o en otros de otro lugar?", inquirió, a lo que Mandel reconoció que no podía remitirle a ningún precedente o ejemplo.

El Gobierno israelí incumplió el pasado día 1 el plazo acordado con la corte suprema para evacuar cinco casas construidas en la Colina de Ulpana en tierras privadas palestinas. El Gobierno de Netanyahu presentó la semana pasada una demanda de aplazamiento del derribo.

La petición originó una carta abierta de destacados juristas israelíes, que calificaban de «destrucción del imperio de la ley» el hecho de que el Ejecutivo «informase a la Corte Suprema de que no tiene intención de cumplir con sus obligaciones, sustentadas en una sentencia final».

La edificación de la Colina de Ulpana comenzó en 1999, año en que recibió la primera orden de detención de la construcción. Israel se comprometió en 2003 a desmantelarlo al aceptar la Hoja de Rutas, el plan de paz del Cuarteto de Oriente Medio.

El asunto abrió grietas en el Ejecutivo de coalición, entre los ministros de la derecha nacionalista y el titular de Defensa, Ehud Barak, que apoya públicamente el cumplimiento de la sentencia y la reubicación en Beit El de los residentes de la Colina de Ulpana.

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