El ministro de Exteriores israelí, Avigdor Liberman, indicó que Israel «mantiene su decisión» de apropiarse de alrededor de 400 hectáreas de terrenos en Gush Etzión, en Cisjordania.
«Gush Etzión refleja un amplio consenso en la sociedad israelí y es claro para todos que como parte de cualquier posible futuro acuerdo de paz, Gush Etzión debe seguir siendo parte del Estado de Israel», dijo Liberman a los reporteros en una conferencia de prensa.
También el ministro de Economía, Naftali Bennett, líder del partido ultranacionalista religioso Habait Haiehudí, justificó la medida.
«Hace 120 años que el mundo se opone a que construyamos, seguiremos haciéndolo», dijo. «Hamás asesina. Nosotros construimos», afirmó.
Sin embargo, los ministros de Finanzas y Justicia, Yair Lapid y Tzipi Livni, respectivamente, criticaron la decisión.
«Esta decisión perjudica al Estado de Israel», declaró Lapid.
«Después de la guerra en Gaza, ya era complicado mantener el apoyo de la comunidad internacional, entonces ¿qué prisa había de suscitar una crisis con Estados Unidos, la Unión Europea y el resto del mundo?", preguntó en su intervención durante la conferencia anual del diario «Calcalist».
Livni, por su parte, estimó que esta expropiación «debilita a Israel, afecta a su seguridad y daña nuestra relación con Estados Unidos, ya de por sí tensa».
Las autoridades israelíes anunciaron el domingo la apropiación de 400 hectáreas de terrenos en Gush Etzión, en Cisjordania, al sur de Jerusalén, que Israel conquistó durante la Guerra de los Seis Días en junio de 1967.
La medida generó severas críticas de la comunidad internacional, incluyendo de la Unión Europea (UE), Reino Unido, Francia y Egipto. Estados Unidos la criticó severamente y exhortó al Gobierno hebreo a replantearla.
«Condenamos la nueva apropiación de terrenos en Cisjordania, relacionada con los planes para una nueva expansión de asentamientos», indicó el vocero de la UE en un declaración citada por el diario «Haaretz».
Por su parte, el Ejecutivo de unidad palestino consideró un «crimen de guerra» la reciente decisión de Israel.
«La Autoridad Palestina (AP) rechaza duramente la decisión israelí de anexionarse unas 400 hectáreas de tierra cerca de Belén y Hebrón, en Cisjordania, y considera este acto un crimen de guerra y parte de las continuas violaciones de la ocupación», señala un comunicado difundido por el Gobierno de la AP.
A su vez, el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, afirmó estar «muy preocupado» por la decisión israelí.
Según recordó a través de su portavoz, la colonización «es ilegal bajo las leyes internacionales y obstaculiza una posible solución de dos Estados para resolver el problema israelí-palestino».
También observó que «tomar una gran proporción de tierra podría abrir el camino hacia la construcción de más asentamientos».
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