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Netanyahu, candidato único del Likud, afianza su autoridad

Binyamín NetanyahuEl primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, que quiere reforzar su autoridad política, consiguió ser declarado candidato único a las primarias de su partido, el Likud.

Las primarias, que debían celebrarse el 23 de febrero, fueron anuladas ante la falta de adversarios. Netanyahu encabeza el Gobierno israelí desde 2009, y el Likud desde 2005.

Sus opositores denunciaron una campaña inútil y costosa de cuatro millones de shekels (un millón de dólares), destinada a asentar su poder político.

«Se aseguró de que fuese el único candidato», estimó Gayil Talshir, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Hebrea de Jerusalén. «Quería asegurarse de que fuese el único, de ser el jefe del Likud antes de las próximas elecciones», añadió.

En el sistema electoral proporcional israelí, los jefes de filas de los partidos representados en el Parlamento son los candidatos automáticos al cargo de primer ministro.

Netanyahu, de 66 años, es el líder absoluto de la derecha israelí. Logró apartar a todos sus rivales y acumula los cargos de ministro de Exteriores, de Economía y de Comunicaciones, además del de primer ministro.

En diciembre, con motivo de las elecciones al Comité Central del Likud, logró adelantar las primarias, dejando muy poco tiempo a sus rivales para organizar una campaña.

El pasado domingo, fecha tope para la presentación de candidaturas, confirmó que era el único candidato.

«Es una de las formas más ridículas de gastar cuatro millones de shekels procedentes de las arcas del Estado», escribió el columnista Ben Caspit en el periódico «Maariv».

Muchos analistas estiman que Netanyahu se empeña en celebrar primarias para que su legitimidad no se pueda poner en entredicho.

«Si no es elegido, en dos años, sus opositores podrán decir: 'Usted fue nombrado, no electo, debemos celebrar primarias'», afirmó Shmuel Sandler, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Bar Ilán.

Caspit y otros analistas estiman que los votantes deberían al menos estar autorizados a especificar en las papeletas si están «a favor» o en «contra» de Netanyahu, en vez de verse obligados a utilizar las en blanco para expresar su oposición.

Algunos detractores del jefe del Gobierno lo tachan incluso de dictador en ciernes.

Los sondeos no son muy favorables a Netanyahu, que suscita sólo un 32% de opiniones satisfactorias entre los israelíes. La opinión pública le critica su incapacidad a poner fin a una oleada de ataques palestinos, en particular con cuchillos, desde el comienzo de octubre.

Su esposa, Sara, está siendo interrogada en una investigación policial. Se sospecha que el matrimonio habría utilizado fondos públicos para realizar compras y reparaciones en su domicilio privado.

El Likud domina la política, muy por delante de sus rivales del Grupo Sionista, según los analistas, que insisten en la estatura de Netanyahu a nivel nacional.

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