La líder del Partido Laborista israelí, Shelly Yachimovich, consideró que la anunciada alianza del partido Likud, del primer ministro, Binyamín Netanyahu, con la formación Israel Beiteinu, del ministro de Exteriores, Avigdor Liberman, crea «un nuevo partido extremista y racista».

Yachimovich aseguró al diario «Yediot Aharonot» que nunca se uniría «a un partido de esa naturaleza» e instó a los votantes que sienten «que perdieron su hogar político» a unirse al Partido Laborista «para no permitir que Netanyahu y Liberman gobiernen».

«Netanyahu entendió bien que las posibilidades de perder el gobierno eran más grandes que nunca y lo que hizo es un acto de pánico político ante el fortalecimiento del Partido Laborista», recalcó.

Asimismo, aseguró que se trata de «un paso que convierte al Likud en el partido de Liberman» y añadió que «el Likud desapareció y en su lugar se creó el partido radical» del actual ministro de Exteriores.

Netanyahu y Lieberman anunciaron la formación de una lista conjunta de cara a las elecciones del próximo 22 de enero.

«Israel necesita una coalición fuerte basada en una sola lista», dijo Netanyahu al anunciar en Jerusalén la nueva unión de fuerzas, que explicó con el argumento de «fortalecer a Israel» frente a las amenazas que afronta el país en el futuro, entre ellas Irán la carestía de la vida y la legislación de una reforma institucional.

La decisión de unir ambas listas, que en la actual legislatura cuentan con 27 diputados de Likud y 15 de Israel Beiteinu, es un requisito para «los retos de seguridad y económicos que afronta Israel», afirmó por su parte Liberman.

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