La adolescente Shira Banki (16), atacada por un extremista ultraortodoxo durante la marcha del Orgullo Gay en Jerusalén el jueves pasado, fue enterrada en Israel.
El funeral se ofició en el kibutz Najshón, a mitad de camino entre Jerusalén y Tel Aviv, con la participación de miles de personas - entre ellas numerosos adolescentes y miembros de la comunidad homosexual - y sin la presencia de cámaras de televisión.
Banki fue apuñalada el jueves durante una marcha del colectivo de gays, lesbianas y transexuales de Jerusalén, en la que se protestaba por la indiferencia de las autoridades israelíes frente a los constantes ataques y la discriminación que sufren estas personas.
«Esta fue una muerte innecesaria de una adolescente que no llevaba dentro ningún mal y que estaba llena de buenas intenciones», dijeron durante el sepelio sus padres, Uri y Mika, dos conocidos abogados de Jerusalén, que resolvieron donar los órganos de su hija.
«Nuestra mágica Shira fue asesinada porque era una feliz adolescente de 16 años - llena de vida y amor - que vino a expresar su apoyo a los derechos de sus amigos para vivir como quieran», dijo la familia Banki en un comunicado reproducido por «Haaretz».
«Por ninguna buena razón y debido al mal, la estupidez y la negligencia, la vida de nuestra hermosa flor se truncó. Las cosas malas le suceden a la gente buena, y una cosa muy mala le pasó a nuestra increíble chica», agregó la familia en un mensaje que conmovió al país.
«No tenemos ninguna disputa con aquellas personas que llevan kipá o barba», aseguraron los padres de la joven en alusión al asesino, el ultraortodoxo Yishai Schlisel, y advirtieron de los peligros de la intolerancia.
Según afirmó a los medios la ex presidenta del Tribunal Supremo israelí, Dorit Beinish, amiga de la familia, «no hay palabras para expresar la conmoción. Esta es una desgracia para todos nosotros, no sólo para la familia».
El primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, le envió condolencias a la familia Banki y también habló sobre la muerte de la adolescente.
«Shira murió porqué defendía con coraje el derecho de cada uno de vivir la vida con dignidad y seguridad», destacó Netanyahu, al precisar que no permitirá que este asesinato «altere los valores de base en los que se funda la sociedad israelí».
«Condenamos con desprecio el intento de imponer el odio y la violencia. Actuaremos para que el asesino tenga la condena que se merece», agregó.
También el ministro de Educación, Naftali Bennett, repudió el hecho y consideró que se trata de «un día negro para Israel en el que una chica de secundaria es asesinada por sus opiniones y posiciones».
Schlisel, que acababa de salir de prisión por un ataque idéntico cometido en 2005, se abalanzó el jueves sobre un grupo de personas que participaban en la marcha y, en medio de la confusión, llegó a apuñalar a seis de ellas, antes de ser reducido por la policía.
Banki, quien sufrió las heridas más graves, falleció el domingo en el Hospital Hadassah de Jerusalén en el que estaba ingresada.
El ataque, registrado un día antes de que presuntos extremistas judíos matasen a un bebé palestino en una acción con cócteles molotov en la aldea cisjordana de Duma, provocó la condena generalizada de la sociedad israelí.
El sábado pasado, miles de personas salieron a las calles de las principales ciudades del país para exigir tolerancia y condenar ambos sucesos, en una ola de solidaridad que reunió a políticos de derecha e izquierda.
Notas relacionadas:
Jerusalén: Extremista judío ataca civiles en marcha de Orgullo Gay
Rivlin: «Terrorismo judío, fuera de control en Israel»
Israel: Arrestan a principal sospechoso de terrorismo judío