La Coalición Nacional para las Fuerzas de la Oposición y de la Revolución Siria (CNFORS) rechazó las «amenazas y mentiras» del líder de la organización terrorista libanesa Hezbolá, Hassan Nasrallah, e instó al Gobierno de Líbano a «frenar las operaciones militares de Hezbolá en Siria», subrayando que el único legitimado para defender el país es el pueblo sirio.
«Sirios y libaneses estaban esperanzados ante el esperado discurso de Nasrallah. Esperaban que finalmente pusiera fin a los ataques de sus miembros en Homs y Damasco. Esperaban que aludiera a la gravedad de la situación y al gran peligro de aferrarse a un régimen que está privando de los derechos básicos a su pueblo», agregó.
Sin embargo, denunció que «el discurso estaba infestado de las mismas amenazas y mentiras que los sirios y libaneses están acostumbrados a oír del régimen de Bashar al-Assad. Nasrallah usó la retórica iraní sobre la quema de la región», agregó.
Además, la CNFORS subrayó que «Nasrallah confesó flagrantemente la interferencia de Hezbolá en los asuntos internos de Siria para, según justificó, proteger al pueblo libanés de Homs y los santuarios de Damasco».
En este contexto, la oposición siria hizo un «llamamiento urgente» al Gobierno libanés para que ponga fin a las operaciones terroristas de Hezbolá cerca de la frontera común, tan pronto como pueda y de todas las formas necesarias.
«Ya es hora de que el Gobierno libanés, que se distanció políticamente de la crisis sirias, deje de mirar hacia otro lado ante las destructivas políticas y operaciones de Hezbolá. Ya es hora de que tome la iniciativa para impedir que Hezbolá entre en territorio sirio», sostuvo.
La CNFORS señaló que «el pueblo sirio es el único responsable de la protección de su territorio. El régimen de Al Assad y Hezbolá no tienen ningún derecho sobre Siria y su pueblo. Es nuestro país y solamente lo dirigirá una autoridad legítima».
Por otro lado, la oposición siria advirtió que no olvidará «todas las mezquitas, iglesias, santuarios y la civilización arqueológica que el régimen de Al Assad destruyó y que Nasrallah no mencionó en su discurso».
Finalmente, expresó su convencimiento de que «la caída del régimen de Al Assad revivirá el país y protegerá a la región de la tiranía que la rodea. Nuestro compromiso con la revolución siria se funda también en la estabilidad regional».
Hace unos días, Nasrallah reconoció por primera vez la presencia de Hezbolá en Siria y aseguró que los rebeldes no tienen la capacidad militar necesaria para derrotar a todas las fuerzas que luchan por el Gobierno de Al Assad.
«En Siria hay un conflicto entre amigos y seguidores de dos bandos, uno de los cuales tomó la decisión de derrocar al régimen de Al Assad y recurrir a las peores formas de combate, con asesinatos y decapitaciones, con todo lo necesario para buscar una intervención política y militar internacional», explicó.
Nasrallah hizo hincapié en que el objetivo «no es sólo eliminar a Siria del eje de la resistencia, sino también destruir el Estado y la sociedad para convertir a Siria en un estado fallido que no pueda tomar sus decisiones sobre su petróleo, su gas y sus bienes».
Ante ello, el líder de Hezbolá advirtió de que los aliados de Siria en la región no permitirán que el país caiga «en las manos de Estados Unidos, Israel y los extremistas».
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