El primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, estudiará liberalizar el acceso al Muro de los Lamentos, el lugar más sagrado para los judíos, en la Ciudad Vieja de Jerusalén, ante las preocupaciones de que las detenciones de varias mujeres por acudir al Kotel a rezar distancien a los judíos en el extranjero de Israel, según informaron fuentes cercanas al impulsor de la propuesta, Natán Sharansky, presidente de la Agencia Judía.
La medida pretende ampliar la plaza de oraciones, donde los fieles son divididos por sexo de acuerdo con la práctica ritual ortodoxa, a fin de añadir una sección mixta para otras corrientes del judaísmo. Sharansky se encuentra esta semana en Estados Unidos buscando el apoyo de los líderes judíos de ese país.
El presidente de la Agencia Judía propone la conversión de una antigua excavación arqueológica, situada en el sur del muro, en un nuevo recinto que estaría conectado con las otras plazas de oración y donde los hombres y las mujeres pudieran practicar su religión juntos.
«No hubieron actividades arqueológicas en la zona desde hace tiempo, así que mi recomendación es la de considerar el terreno como un lugar para que puedan rezar los judíos», declaró al diario hebreo «Yediot Aharonot».
«Todo el mundo tiene sus dudas pero entienden que la situación en la que el Muro de los Lamentos es un lugar de división debe terminar y que debe ser reconstruido como un lugar de unión», añadió Sharansky, que aseguró que su plan no causará ningún daño estructural en la mezquita de Al Aqsa, el tercer lugar más sagrado del islam.
Según uno de los asesores de Sharansky en su misión por Estados Unidos, Netanyahu teme perder el apoyo a Israel de los judíos en la diáspora en un momento en el que la presión internacional va en aumento por el estancamiento de las negociaciones con los palestinos, la guerra civil en Siria, los imprevisibles resultados de la «primavera árabe» en la región y el programa nuclear iraní.
«No hay ninguna duda de que es por eso por lo que Netanyahu solicitó a Sharansky que alcance un compromiso», declaró el asesor, que no quizoo ser identificado antes de que la propuesta sea formalmente anunciada.
La propuesta llega después de que en los últimos meses un grupo de mujeres conocido como «Mujeres del Muro», intenta llevar a cabo en el lugar ritos judíos, reservados hasta ahora sólo a los hombres por los estatutos ultraortodoxos, provocando que algunos de sus miembros fueran arrestadas.
Una de las miembros de la junta directiva de «Mujeres del Muro», Peggy Cidor, reconoció que el plan «suena muy, muy esperanzador».
«Esta situación en la que cada mes vemos a una, dos o tres mujeres siendo detenidas por la policía en el Kotel, no puede continuar», señaló Cidor en una entrevista a la radio pública israelí. «Eso ya quedó claro para todos», agregó.
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