Natán Sharansky, presidente de la Agencia Judía, presentó una histórica propuesta para crear un espacio de oración igualitario para mujeres y hombres en el Muro de los Lamentos, en la Ciudad Vieja de Jerusalén.El plan propone expandir la actual explanada del muro, que está dividida en secciones masculina y femenina, para crear un espacio en que hombres y mujeres puedan rezar juntos.
La ampliación abarcaría el Arco de Robinson, un parque arqueológico adyacente al muro del que está separado por un puente, donde ya se permite el rezo igualitario.
Hace varios meses, a raíz de la solicitud de judíos conservadores y reformistas, y tras una serie de arrestos de mujeres activistas, el primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, solicitó a Sharansky elaborar una proposición para resolver la controversia.
Luego de varias sesiones de estudio y deliberaciones, Sharansky hizo una presentación inicial ante la directiva de las Federaciones Judías de Estados Unidos. Los líderes del judaísmo ortodoxo, conservador y reformista expresaron su disposición a apoyarla; aún falta presentarla formalmente a Netanyahu.
De ser implementada, esta disposición marcaría un dramático reconocimiento por parte de Israel de que el rezo en el Muro de los Lamentos, considerado por como el lugar más sagrado del pueblo judío y también un símbolo moderno de soberanía nacional, podría incluir prácticas religiosas no ortodoxas.
El estatus actual, en el que los ortodoxos mantienen en el área del muro una autoridad que no desean compartir, alienó a numerosos judíos de otros países, sobre todo de Estados Unidos, convirtiéndose en fuente de tensiones entre Israel y la diáspora.
En su declaración, Sharansky afirmó que «el Muro de los Lamentos será nuevamente un símbolo de unidad del pueblo judío, y no de discordia o conflicto».
Sin embargo, esta propuesta podría no satisfacer al grupo «Mujeres del Muro», que durante años intentan llevar a cabo servicios y lecturas de la Torá en la sección femenina, usando indumentarias que la ley ortodoxa reserva a los hombres.
De aprobarse la propuesta, el financiamiento para llevarla a cabo encontraría obstáculos por parte de los partidos ultraortodoxos en el Parlamento, aunque actualmente no forman parte de la coalición gubernamental.
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