El Mar Muerto un fenómeno geográfico único en el mundo, que surgió de una erupción volcánica hace cinco millones de años en el punto más bajo de la Tierra, situado a 416,5 m bajo el nivel del mar entre Israel y Jordania.
Debido a su salinidad que es aproximadamente diez veces mayor que la de los océanos, sus aguas son tan densas que hacen que las personas floten en ellas sin esfuerzo alguno.
Por ello es tán habitual ver bañistas recostados sobre la superficie del agua mientras leen un libro sin que éste se moje. Este es quizá su mayor atractivo; pero, además de divertido, este baño puede ser muy terapéutico.
Los poderes curativos de las sales minerales, agua y barro del Mar Muerto son conocidos desde la antigüedad.
La hermosa reina Cleopatra creyó haber encontrado la fuente de la eterna juventud. Por esto enriqueció sus cuerpo con el rejuvenecedor barro negro del Mar Muerto, flotando suavemente en sus aguas nutriéndose con los saludables minerales en ella disueltos y con los rayos del sol tamizados en mil colores.
Según investigadores, el barro negro del mar salado limpia la piel en forma profunda, nutre con compuestos minerales vitales, actúa como rejuvenecedor, antiarrugas, anti-seborreico, anticelulítico, exfoliante, revitalizador, entre muchos otros beneficios, y no sólo únicamente para tratamientos de belleza, sino además tratamientos terapeúticos de varias enfermedades.
Hablar de las propiedades curativas del Mar Muerto, es sencillamente descubrir los secretos de la eterna juventud.