Los residentes del barrio de Ulpana en el asentamiento de Bet El, en Cisjordania, se reunieron hoy para rezar antes de la evacuación de las primeras 16 familias. Los habitantes aseguraron que no se resistirán, pero algunos declararon que protestaran pacíficamente.
El Rabino Zalman Melamed dirigió el servicio de oración de la mañana y calmó a los fieles asegurando que «Si Dios quiere, habrá una construcción mayor en este lugar. Vamos a volver a estas casas y la tierra de Israel será reconstruida», dijo.
Hace un tiempo, La Corte Suprema israelí ordenó el desalojo y la reubicación de cinco edificios construidos ilegalmente en tierra privada palestina, fechado para el 1 de julio. Hoy fueron trasladadas las primeras familias y se espera que todo el proceso esté terminado para este viernes.
Unos 100 funcionarios del ministerio de Defensa, se organizaron y reunieron con las 33 familias para ofrecerles apoyo logístico.
«Estamos haciendo todo lo que esté a nuestro alcance para facilitar este proceso tan difícil para las familias», aseguró uno de los funcionarios.
Los residentes acordaron la semana pasada con el Estado dejar sus hogares pacíficamente a cambio de la garantía por parte del Gobierno de construir 300 nuevas viviendas en Bet El y el freno en la demolición de hogares judíos en Cisjordania.
De acuerdo con los evacuados, el Rabino Melamed, personaje clave en las negociaciones entre el Gobierno y los colonos, aseguró que la resistencia pacífica no contradice el acuerdo alcanzado con el Ejecutivo.
Por su parte, funcionarios de seguridad, previendo planes de resistencia, quitaron todas las piedras y neumáticos, como así también tiendas de campaña levantadas en la zona, en un esfuerzo de evitar que la situación se deteriore.
Asimismo, fuerzas del Ejército fueron puestas en alerta máxima en el sector con el fin de detener posibles represalias o actos de resistencia por parte de los colonos.
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