Un hombre de unos 30 años, que sufría problemas psiquiátricos, trató de inmolarse quemándose a lo bonzo. Se trata del tercer caso de este tipo que se produce en Israel en las últimas dos semanas.
El hombre, paciente del Hospital Psiquiátrico Lev de la localidad de Pardesía, al noreste de Tel Aviv, se prendió fuego a primera hora de la mañana frente a la unidad de enfermería del centro médico, según informaron medios locales.
La persona fue trasladada al Hospital Sheeba de Tel Hashomer, próximo a Tel Aviv, con quemaduras de segundo y tercer grado en el 60% de su cuerpo.
En las últimas dos semanas otras dos personas se quemaron a lo bonzo en Israel para protestar por su desesperada situación económica y social y las dificultades a la hora de lidiar con la burocracia gubernamental.
Las circunstancias del nuevo intento de suicidio están aún siendo investigadas.
El domingo pasado, Akiva Mafei, de 45 años, discapacitado físico y veterano del Ejército israelí, se prendió fuego junto a una estación de autobús en un polígono industrial en la localidad de Yahud, próxima a Tel Aviv.
Días antes, el 14 de julio. Moshé Silman, de 57 años, hizo lo mismo durante una protesta social que marcaba el aniversario del movimiento de indignados en Tel Aviv. Silman falleció a causa de sus heridas una semana después.
Silman sufrió quemaduras en 94% de su cuerpo y dejó una carta en la que responsabilizaba al primer miinistro, Binyamín Netanyahu, al ministro de Finanzas, Yuval Steinitz, y al Seguro Social de su situación económica.
«El Estado de Israel me robó todo. Me dejó sin nada», dijo entonces el afectado.
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