El Rey de España, Juan Carlos I, condecorará el próximo 4 de diciembre al periodista Henrique Cymerman, corresponsal de diario «La Vanguardia» y de «Antena 3» en Israel, con la Encomienda de la Orden del Mérito Civil. La condecoración al periodista se le otorgará por su «implicación personal en el desarrollo de las relaciones entre España e Israel» y por su «gran labor de información sobre las realidades de ambos países», según la comunicación oficial del galardón enviada a Cymerman por el embajador de España en Tel Aviv, Fernando Carderera.
Durante años el público español comparte mesa con Cymerman viéndole por televisión y atendiendo sus explicaciones y crónicas emitidas desde Tel Aviv con una especial admiración por la sencillez con que explica y muesta las complicadas situaciones y su profesionalidad en una época y un lugar especialmente duro y sangriento como Oriente Medio.
Cymerman recorre las fronteras de Israel mostrando cómo viven y conviven en muchas comunidades árabes e israelíes y lo hace con una notable naturalidad acompañado por el mismo sonido de la calle mientras a veces, detrás suyo, suenan las metrallas, o desde los despachos políticos en donde se intenta fraguar una paz y una reconciliación que aún hoy parecen resistirse en medio de un ambiente en donde podía cortarse el aire.
Entre sus principales vivencias, el corresponsal español fue recibido por el ya fallecido presidente palestino, Yasser Arafat, cuando vivía recluído y no se fiaba de nadie, y llegó a entrevistar al primer ministro israelí, Itzjak Rabín, en el que sería su último reportaje justo 24 horas antes de que fuera asesinado por Ygal Amir.
Cymerman explicó además en la prensa escrita y ante las cámaras la revolución de la denominada «primavera árabe», un paso más allá de la tan temida radicalización de la zona y mostó las caras del conflicto palestino-israelí desde diferentes puntos de vista: Cómo podía ser la vida de un palestino en Tel Aviv o la de un judío en Gaza o Cisjordania y cómo se pueden reconciliar en el día a día situaciones políticas y religiosas tan complejas con guerras y atentados terroristas y maniobras militares que se resisten a desaparecer.
Todo ello, y mucho más, le valió el reconocimiento de la Encomienda de la Orden del Mérito Civil, premio que se sumará a otros concedidos a nivel internacional, entre ellos la alta distinción de la Unesco.
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