La Sociedad para Defensa de la Naturaleza y la Autoridad Nacional Israelí de Parques abrieron recientemente el centro de visitantes del Cráter Ramón, en el Negev, en memoria del astronauta Ilán Ramón, cuya nave espacial, Columbia, estalló durante la parte final del vuelo cuando se disponía a aterrizar.
El renovado centro ofrece a sus visitantes una viencia especial que permite conocer la vida del primer astronauta israelí y una experiencia única para ver de forma panorámica las maravillas naturales del Cráter Ramón.
Se trata de un recorrido que combina la historia de Ramón con una comprensión más profunda del cráter más grande geológicamente y más singular de su tipo en el mundo. El concepto ideológico que guió a los emprendedores del proyecto fue crear una conexión entre el cielo e Israel y entre la Tierra y el espacio.
El objetivo es interiorizar al visitante en historia de Ilán Ramón empezando por su servicio en la Fuerza Aérea, que incluye su intervención directa en la destrucción del reactor nuclear de Irak, siguiendo por su entrenamiento en la NASA y terminando con el trágico accidente del transbordador norteamericano Columbia después de un viaje al espaciode 16 días.
La familia Ramón solicitó que el centro recordara también a Assaf, hijo de Ilán y Rona, capitán de la Fuerza Aérea israelí, que perdió la vida durante una misión de entrenamiento cuando su avión se estrelló en el Monte Hermón en el extremo norte de Israel.
El centro se encuentra en uno de los bordes del cráter en las afueras de la localidad sureña de Mitzpé Ramón. La reserva natural permite contemplar el deslumbrante paisaje del desierto y es visitada por cientos de miles de ciudadanos y turistas cada año.
Muchos de los viajeros se hospedan en la zona una o dos noches. Algunos pasan en su camino hacia la ciudad balnearia de Eilat o de regreso.
El Cráter Ramón no tiene puertas; por lo tanto, todos sus caminos y senderos permanecen abiertos al público la 24 horas del día.
La entrada al centro es a través de un renovado edificio excavado en la roca por debajo de la superficie. Caminando a lo largo de sus paredes de piedra se percibe el enorme poder de la naturaleza y la capacidad del hombre para crear. En un espacio imponente, el visitante se encuentra con la historia de Ilán Ramón y su hijo Assaf. El lugar contien fotos, objetos y descripciones de diferentes eventos, entre ellos la misión del Columbia y un memorial especial a los siete miembros del equipo del accidentado vuelo espacial.
Una gran maqueta, réplica del transbordador, llena el espacio a fin de crear una sensación de vuelo. El visitante puede subir al elevador circular en la parte superior de la nave, donde los astronautas se preparaban para el lanzamiento. El elevador se encuentra en la segunda planta. La música de fondo reproduce un sonido de preparación tal como los astronautas escuchaban en su camino hacia la plataforma.
En una sala de proyección se expone una película sobre varios episodios de la vida de Ilán Ramón. Al finalizar el filme se produce una de las vivencias más emocionantes del recorrido, sino la mayor de ellas: la pantalla oval se abre y el visitante queda extasiado con la vista del increíble Cráter Ramón en todo su esplendor.
La exposición de los diferentes aspectos geológicos del cráter contiene una gran cantidad de hermosas fotografías así como ejemplos modelos táctiles a los que se les aplicó tecnología de avanzada que demuestran la magnificencia del cráter y por qué este fenómeno es único en el mundo.
Para finalizar, el recorrido lleva al visitante a un auditorio que presenta un hermoso vídeo sobre la flora y fauna del lugar que demuestra que ese desierto, que parece tan desolado, es realmente un lugar rico de vida floral y animal.
El Cráter Ramón es, sin duda, uno de los lugares más bellos de Israel.
Fotos: Gentileza Silvia Golán