Alrededor de 30.000 judíos ultraortodoxos protestaron en Jerusalén por el plan del Gobierno israelí para reclutar a los estudiantes de los seminarios rabínicos en las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), informaron medios locales.

Los manifestantes llegaron a la oficina de reclutamiento del distrito de Jerusalén, en donde se enfrentaron a una gran fuerza de la policía israelí y de la policía fronteriza, a la que lanzaron objetos, bolsas llenas de agua y botes de basura incendiados.

En las pancartas de la convocatoria denunciaron la intención de «los líderes de Tierra Santa» de destruir «el estilo de vida ortodoxo y de profanar la pureza en la que viven los estudiantes de la Torá».

Decenas de anarquistas seculares israelíes se unieron a los manifestantes ultraortodoxos en solidaridad con su lucha contra el reclutamiento militar obligatorio.

La manifestación fue organizada por la dirigencia de Edá Haredit, una facción jerosolimitana de ultraortodoxos, y por el líder de la facción lituana de ultraortodoxos, el rabino Shmuel Auerbaj.

«Rechazamos el reclutamiento militar obligatorio de los estudiantes de los seminarios rabínicos, incluso si todos vamos a la cárcel por hacerlo», afirmó Pini Rosenberg, vocero de la manifestación, al diario «Haaretz»

«Sobrevivimos 2.000 años sin Ejércitoy también sobreviviremos a este exterminio espiritual», agregó Rosenberg.

La ley de Israel obliga a todos los ciudadanos israelíes a servir en el Ejército. Sin embargo, los ultraortodoxos estuvieron exentos de cumplirla y en su lugar se les permiteióestudiar en seminarios rabínicos.

Sin embargo, el Tribunal Supremo determinó en agosto que la Ley Tal, que permitía estas exenciones a los ultraortodoxos, era discriminatoria y pidió al Estado encontrar una alternativa al respecto.

Los esfuerzos de Yesh Atid, el segundo partido más grande en el Parlamento israelí, llevaron al Gobierno a nombrar un comité ministerial que preparará una iniciativa que obligue a los ultraortodoxos a realizar el servicio militar.

La comisión que analizará el tema recomendará al Gobierno un período de transición de 2013 a 2017 que comenzaría con el alistamiento de sólo 3.300 ultraortodoxos, aproximadamente la mitad de los que deberían hacerlo.

El resto podrá seguir estudiando las escrituras sagradas y obtener una exención permanente a los 22 años que les permita salir a trabajar sin temor a ser reclutados.

El servicio militar de los ultraortodoxos fue uno de los asuntos más espinosos de las elecciones que se celebraron en enero, en las que la mayoría de partidos exigió poner fin a esa situación.

Con lemas como «El destino de tus descendientes está en tus manos», los manifestantes leyeron versículos del Libro de Salmos para »protegerse" de unas recomendaciones que, afirmaron, «amenazan el futuro de todo el pueblo de Israel».

La concentración fue convocada por grupos rabínicos askenazíes (judíos de origen centroeuropeo), mientras que los sefardíes no salieron a manifestar.

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