El primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, declaró durante la reunión semanal del Gobierno que el caso de Moshé Silman, quien se inmoló durante una protesta por justicia social la noche del sábado, es una «gran tragedia personal», y que sus reclamos serán examinados por los ministros de Bienestar Social, Moshé Kahlón, y de Vivienda y Construcción, Ariel Atías.
Tras el incidente la noche del sábado, Silman fue trasladado al Centro Médico Sheeba en Tel Hashomer, donde los médicos están luchando por su salud, la cual ven muy complicada ya que sufrió quemaduras en más del 90% de su cuerpo y casi todos sus órganos están comprometidos.