TIPNIS es el Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure, reconocido por el estado boliviano, un ecosistema de muy alta biodiversidad y clave para el equilibrio hídrico del país. Definida en el S XIX por el explorador e historiador Alcides d'Orbigny como "la selva más hermosa del mundo", hoy, la construcción de la carretera que lo atravesaría por su núcleo poniendo en peligro la biodiversidad, enfrenta al país y mantiene en jaque al gobierno. La nota, está realizada para que los seguidores de este blog fuera de Bolivia: México, Argentina, Chile, Colombia, Perú, España, Israel, Rusia y EEUU, comprendan qué se juega en TIPNIS.
Amalia Rivero, de la comunidad Sécure, observa con ternura como su hija de cinco años limpia pescaditos pequeños, que servirán para alimentar un montón de gente que camina hacia La Paz. Su hijita tal vez no sepa por qué caminan tanto ni dónde queda La Paz; pero Amalia misma tenía 9 años, en aquel ahora lejano 1990, cuando por primera vez los pueblos indígenas del oriente decidieron marchar a la gran capital, La Paz, demandando "territorio y dignidad". Un año después, el parlamento boliviano aprobaba la Ley de derechos Indígenas, que, entre otros, consagraba el derecho a la "consulta oportuna, libre e informada" a los indígenas, sobre cualquier obra o proyecto que se desarrollara en sus territorios. Aquella vez, ella marchó con su padre y su mamá embarazada.
20 años después, Amalia, como la mayoría de los marchistas, sabe que muy poco ha cambiado desde entonces. El proyecto de carretera que unirá Villa Tunari -bastión cocalero- con San Ignacio de Moxos en Beni, atravesaría el corazón de TIPNIS, su "casa grande" pero ellos, los pueblos indígenas que lo habitan, no han sido consultados, tal cual lo exige la ley.