Sr. Director

Incluso si Shimón Peres le otorgara amnistía a Katsav, cosa que no acepto de ninguna manera, hay una cosa que no cambiará: que la misma persona que firmaba las leyes de Israel y tomaba juramento a sus jueces será castigada por violar esas mismas leyes (además de las violaciones de facto) y será la vergüenza de Israel por el resto de sus días.

Esta sentencia, precisamente por recaer sobre quien ha sido la primera autoridad representativa del Estado de Israel, ha dado muestra y ejemplo de lo que significa en una democracia que el imperio de la ley y el derecho es inamovible y la aplicación del que todos los ciudadanos son iguales ante la ley es un hecho y no puro palabrerío.

Israel demostró con este veredicto que goza de una justicia independiente a todas luces; una realidad que muchas naciones con varios siglos de historia ya quisieran tener.

La sentencia en el caso de Katsav me hace sentir orgulloso de formar parte del Estado de Israel, porque demuestra que goza de una justicia totalmente independiente.

Es hora de elogiar a nuestros jueces que han sabido cimentar en un muy corto periodo de tiempo un bastión de justicia e igualdad con absoluta independencia de los demás poderes que continuamente tratan de amedrentar su influencia en la sociedad.

Con afecto.

Elvira Najman
Modiín