Sr. Director de Semana
El informe de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) sobre el caso iraní reveló que encontró información suficiente como para presumir que Teherán desarrolla un programa nuclear clandestino paralelo al oficial.
Occidente e Israel advierten que no están dispuestos a tolerar el avance de dicho programa nuclear bélico.
Este último reporte de la AIEA muestra que de nada sirvieron las diferentes rondas de sanciones impuestas por la ONU contra Irán. Nuevas sanciones tampoco funcionarán, por más duras que sean, además de que de por sí existen serios obstáculos para que una iniciativa así fructifique, dada la posición de Rusia y China al respecto.
La opción de atacar militarmente a Irán se mencionándose cada vez con más insistencia en las últimos semanas.
Y sin embargo, las probabilidades de que eso ocurra son bastante pobres. La firma israelí Clal Finance, que investiga la viabilidad de operativos como ésos, publicó un documento en el que señala que cualquier ataque a las instalaciones nucleares iraníes significaría para el mundo un costo económico demasiado alto que pagar en lo que a crisis de petróleo se refiere, más allá de las preocupantes consecuencias políticas que acarrearía.
Las crisis económicas que afectan a Europa y EE.UU, los irresueltos conflictos en Irak, Afganistán y el israelí- palestino, más los impredecibles resultados de la llamada "Primavera árabe" hacen que la decisión de atacar a Irán sea demasiado arriesgada y con altas probabilidades de resultar catastrófica en muchos sentidos.
A mi entender, el alto riesgo de que Irán, regido por un gobierno fundamentalista, autócrata y fanatizado, logre tener en sus manos armamento nuclear, sigue amenazando sin que existan soluciones viables capaces de detener esta peligrosa situación.
Lo saludo atentamente.
Néstor Abadi
Buenos Aires