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Compraron un burro ciego y cojo

Sr. Director,

Cuando en la UNESCO decide aceptar a la Autorida Palestina sin cualquier mención acerca de los lanzamientos de misiles sobre poblaciones civiles inocentes, es como decidir que acepta el terrorismo de Hamás. ¿Dónde se ha visto que habiendo una Autoridad Nacional y un presidente, los que mandan son los terroristas?

Hasta que no se disuelva Hamás, no habrá paz en esta región. Cada vez que Israel ataca a Gaza es en represalia por acciones violentas de estos criminales.

Ehud Olmert, cuando era primer ministro, estaba deseoso de llegar a un acuerdo con los palestinos. Les ofreció prácticamente todo: reconocimiento inmediato, Jerusalén compartida como capital, intercambio de terrenos, administración conjunta de los Lugares Sagrados. ¿Qué respondió Abu Mazen? Ya lo sabemos. Dijo que no, porque lo quiere todo, incluso que vuelvan los refugiados, y sigue usando el antisemistismo mundial y el apoyo abrumador de los países árabes productores de petróleo. No quiere sentarse a la mesa a hablar de paz; quiere la paz por imposición y utiliza cualquier estrategia para desligitimizar a Israel.

Para ser realmente un Estado, los palestinos deberán hacer bien los deberes: reconocer a sus vecinos y fijar las fronteras de su propio país. Para eso tienen que sentarse a negociar con Israel, cosa que nunca hicieron honestamente. Los palestinos tiene que pasar por el mismo trámite que han pasado todos los demás países si quieren entrar en la ONU. No tienen coronita.

Con su recibimiento como miembros de la UNESCO, los palestinos compraron un burro ciego y cojo. Hasta aquí jugaron con la ambigüedad, pero ahora todas las cartas estarán sobre la mesa. ¿De verdad creerá Abu Mazen que los asesinos de Hamás van a entregarle sus armas y tapar sus túneles. Abu Mazen es el tonto útil del cuento y lo pagará caro.

Lo saludo atentamente

Sergio Serur
Jerusalén