Imprimir

¿Qué será de nosotros?

Amigos de Semana

Las dificultades a las que se enfrenta Bibi crecen cada día má, sin que asome ningún indicio de que las cosas puedan mejorar en el futuro próximo.

Las revueltas árabes, a pesar de las expectativas de cambios democráticos que despertaron, crearon una situación incierta para Israel.

En Egipto surgió el interrogante alrededor de la naturaleza que tendrá de ahora en adelante la relación entre los dos países que mantienen oficialmente vigente un acuerdo de paz.

Siria está metida en un circuito de violencia asesina, dirigida por el régimen de Assad hijo contra su pueblo, sin que se sepa cuánto tiempo se mantendrá en el poder y de qué manera los cambios que allí ocurran puedan incidir en el conflicto con Israel.

La Autoridad Palestina elevará a la Asamblea General de la ONU una petición para que ésta reconozca a un Estado palestino independiente. La resolución sera recibida por una amplia mayoría, lo que posiblemente pueda producir reacciones de toda índole en Cisjordania, Gaza y otras fronteras.

Y ahora se abrió un nuevo frente problemático con Turquía debido al asalto a la flotilla. El reporte oficial de la ONU sobre este incidente constituyó el punto de inflexión a partir del cual el gobierno turco decidió rebajar el nivel de sus relaciones con Israel y retirar a su embajador.

Y en el frente interno Bibi está siendo desafiado por un verdadero torrente de protestas sociales. Más de 400.000 personas salieron a las calles este fin de semana, y cientos de miles durante todo julio y agosto para exigir justicia social y un nuevo orden de prioridades. Nunca antes Israel había registrado muestras tan extensas y reiteradas de descontento social.

Ello pesará tanto sobre Bibi como lo hace el deterioro creciente de sus relaciones internacionales.

Y para colmo, Sara lo vuelve loco y no lo déjà trabajar.

¿Qué será de nosotros?

Saludos a todos.

Moshé Strugo
Modiín