Sr. Director

Netanyahu demostró no ser un gran estratega, pero no se puede negar que es un hábil táctico. Sus relaciones con Obama nunca fueron buenas. En realidad son bastante malas. No hay confianza entre ellos. Ambos lo demuestran mutuamente en todos los encuentros que mantenienen cara a cara.

La primavera árabe descolocó a Bibi. Ahora quiere recuperar el pulso y lo hizo a costa del presidente estadounidense con un discurso que fija los límites de lo que su gobierno está dispuesto a conceder en un proceso de paz y que está muy lejos de lo que Obama propone.

Sin embargo, la habilidad de Bibi no está tanto en sus palabras como en su capacidad de interferir en la política interna norteamericana enfrentando al Congreso con la Casa Blanca, dando a los legisladores de Washington munición política para enfrentarse a Obma y contentar a AIPAC que siempre juega un papel destacado en las citas electorales teniendo en cuenta que el próximo año hay elecciones presidenciales en EE.UU y debe renovarse parte del Congreso.

Netanyahu pronunció su discurso en una sesión conjunta del Senado y de la Cámara de Representantes, algo que ocurre sólo con invitados muy especiales. Ambas cámaras están dominadas por una amplia mayoría conservadora que defiende las mismas tesis que él frente a Obama y a su propuesta de que la solución al conflicto entre israelíes y palestinos debe basarse en las fronteras de 1967, es decir, las fronteras anteriores a la Guerra de los Seis Días.

El Congreso recibió a Bibi con el entusiasmo que no se da en los encuentros cara a cara con el presidente. Bibi pudo sentirse a sus anchas jugando en casa y haciendo una gran maniobra política.

Pero, ¿y el proceso de paz? Eso es lo de menos. Programas como "Nace una estrella" se miden por aplausos.

Saludos.

Miriam Newman
Nazareth Illit