Sr Director
Últimamente aparecen en los medios varios comentarios difundidos por habituales cómplices del terrorismo tratando de comparar de alguna forma la masacre de Itamar con crímenes que son eventualmente cometidos en todos los países por asesinos sádicos, asesinos serials o desequilibrados de diversos tipos.
Dichos comentaristas tratan de esa manera, a través de un plan C, de encuadrar la masacre de Itamar dentro de algo estadísticamente normal, que puede suceder en cualqiuer lugar, incluso en Israel.
El plan A era culpar a trabajadores tailandeses. El plan B era recriminar a los servicios de investigación israelíes por ser excesivamente duros. El plan C trata ahora de encarar la masacre hacia una eventualidad del destino.
Lógicamente, la intención de esos comentaristas - verdaderos cómplices del terror - es tratar de justificar a una sociedad donde ejecutar esa clase de crímenes es acceder a la condición de héroe.
El status de héroe de esa calaña sólo le es otorgado a criminales por sociedades movidas por un odio racista, un odio al servicio de déspotas que quieren perpeturarse en su derecho de corromper y oprimir y utilizan a Israel como pretexto.
Lo correcto sería tratar a esos comentaristas como lo que verdaderamente son: leprosos morales. Ellos no merecen respuesta ni argumentos.
Mejor dejarlos que se pudran solos, contaminándose cada vez más de su propria inmundicia y la de sus similares.
Saludos a todos.
Elvira Bejar
Bat Yam