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Respuesta a León Ostrogue

Querido León,

Gracias por tu respuesta, ha sido muy grato saber que no somos pocos los que pensamos y nos preocupamos por "lo que" pasa y "lo que nos" pasa en Israel, nuestro amado país; pero debo hacerte algunas aclaraciones al respecto.

La nota la escribí como siempre con todo el corazón, sin datos ni estadísticas buscadas en internet; pero sí, primero con el dolor de nuestros muertos y segundo con las informaciones que son siempre verdades a medias. Por eso es que leyendo con detenimiento y "entre líneas" entenderás que quise decir mucho más que lo que el texto refleja; debido a ello, tanto Alberto Mazor, como otros periodistas, inmediatamente me pidieron autorización para su publicación.

Es incorrecto pensar que quiero tapar las causas. Lo que no teníamos eran las respuestas para dicha contingencia. Por eso senalé - cualquiera fuera el motivo que la produjera – que la causa podía ser un pirómano, un atentado o simplemente por una causa natural. Pero la queja es por la imprevisión - al igual que cualquier país tercer mundista - que es la que permitió que el fuego asesino creciera descontroladamente.

El compromiso es la denuncia del hecho y las entidades pertinentes son las que deben juzgar primero al que supuestamente produjo el incendio, que derivó en más de 40 muertes; pero también en ubicar en la cadena de responsables a quienes corresponda y porqué se falló. Por eso comencé la nota preguntando: ¿Y los aviones? ¿Y la tecnología? ¿Dónde están los recursos para combatir siniestros que seguramente van a ocurrir y que desgraciadamente destruyen permanentemente los bosques de nuestro planeta y junto a ellos la flora y la fauna de cada lugar?

Puedo llenarte de aclaraciones, pero llegaríamos al mismo resultado. Debe haber responsables. Debe haber ejemplo, debe mostrarse a la sociedad que esto no puede volver a ocurrir.

Como soy un hombre de fe, también analizo lo que nos pasa desde otro punto de vista. Primero es tiempo de enterrar a nuestos muertos y luego de reconstruir. Así ha sido y será la historia de nuestra humanidad; pero sigo rescatando como positivo la ayuda internacional, la mano tendida frente a la emergencia; eso es una sensación que ambos estamos compartiendo. Por eso pido por la paz, para ser un país más dentro del concierto internacional, y creo que esto también lo estamos compartiendo.

Hoy es el último dia de Jánuca; no he festejado, pero no he dejado de celebrar y de recordar nuestra historia, que al igual que esta desgracia, tuvo muertos y tuvo héroes. Hubo allí un milagro y continuamos adelante como pueblo. Aquí también el milagro de la naturaleza nos devolverá esos bosques que son parte de nuestra identidad nacional.

Para llegar al milagro de Jánuca primero el hombre tuvo que luchar para lograr su objetivo; aquí deberá ser igual, habrá que trabajar para reforestar y para cuidar el futuro de nuestos árboles. La generación que nos siga verá el milagro de un bosque extraordinario. Creo que ambos compartimos este deseo.

Nunca dejo de tomar partido ni decisiones, cualesquiera fueran las consecuencias. Aquí hubo errores y se deben enfrentar. No cabe la resignación. Cabe la acción para todos y cada uno de los israelíes que debemos cambiar el rumbo de la historia con nuestra opinión, con nuestra acción, con nuestro ejemplo.

Somos un pais de verdad, con muchas virtudes, pero con muchos errores. Tal vez esto nos convierte a todos en corresponsables en la búsqueda de un futuro mejor.

Somos una sociedad democrática y pluralista: algunos rezan, otros juegan con los mercados financieros y otros proponemos buscar a toda costa la paz; esa tan ansiada paz que nos permitirá, por ejemplo, pensar en generar recursos para hechos positivos (prevención de tragedias) y no la compra de tanto equipamiento militar.

Creo que no estamos lejos en nuestros deseos. Espero tu propuesta.

Con cariño.

José Caro
Raanana