Fahmi Shabana, Director del Servicio General de Inteligencia Palestina reveló que Rafik Husseini, mano derecha del presidente Mahmud Abbás, trató de  convencer en la Mukata a una mujer que le estaba pidiendo trabajo para que tuviera relaciones sexuales con él.

Shabana mostró fotografías y videos en los que se ve a Husseini rozándose con su posible futura secretaria.

Ahora resulta que la Mukata es como el chalet de Berlusconi pero lleno de voluntarias que a diferencia de lo ocurrido en Italia, lo hacen por ideologia o para conseguir trabajo con cualquier funcionario palestino que se brinde.

Pero esto del escándalo sexual es una minucia al lado del resto de cosas que hacen los palestinos: educan a sus hijos dándoles armas en vez de juguetes, los disfrazan de terroristas suicidas, se matan entre ellos mismos porque discrepan en algo o tiran a sus opositores desde los techos o por las ventanas para tomar el poder.

Lo que parece mucho más creíble es que todo este escándalo sale a la luz por disputas internas entre los mismos palestinos. No es ningun secreto que Hamás aspira a controlar Cisjordania, con lo cual son ellos quienes más ganan con el creciente desprestigio de Abbás.

Gregorio Oistraj
Modiín