Amigos de Israel en línea,
El hundimiento del barco Struma, utilizado por los judíos en la época de la inmigración ilegal, y el asesinato de sus 500 pasajeros, judíos rumanos que huían del terror nazi, fue uno de los más impresionantes crímenes de guerra cometidos.
Si nos adentramos a ver, sus autores configuran una curiosa coalición de criminales, unidos por el mismo objetivo miserable: Inglaterra, las dictaduras de Oriente Medio, Turquía y la Unión Soviética. Y como escenografía de fondo, claro, también Hitler.
El Struma representa un verdadero ejemplo de como funciona la relación del mundo hacia los judíos. Desde ese punto de vista, no hay ninguna diferencia entre regímenes tan díspares como la monarquía inglesa, el entonces llamado «bloque socialista» y las tiranías musulmanas.
La «izquierda proletária», la «derecha perfumada de democracia liberal» y las tiranías «monárquicas feudales», se unieron para matar a sangre fría a 500 personas desarmadas sólo por el crimen de ser judías.
El Struma es algo que la comunidad internacional políticamente correcta quiere hacer olvidar para poder continuar dando lecciones de moral a Israel.
Estos doctores en hipocresía que pretenden ahora hundir también la memoria del Struma, son los descendientes de aquellos que decidieron asesinar a sus pasajeros. Sus antecesores mataron y ahora los sucesores pretenden destruir también las sepulturas.
En Babi Yar están cambiando la placa recordatoria que informa sobre la masacre nazi. Los judíos allí asesinados ahora son llamados «ciudadanos rusos». Los pasajeros del Struma serían entonces ciudadanos rumanos. Apenas por casualidad todos eran judíos.
La comunidad internacional está preocupadísima con el posible ataque israelí a la dictadura hiperterrorista de los ayatolas, pero absolutamente tranquila con la posibilidad de un ataque nuclear de los ayatolas a Israel.
Díganme si no se trata de una repetición exacta de lo ocurrido en 1942, hace 70 años.
Los felicito por su nuevo y dinámico portal.
Isaías CohenPetaj Tikva