Imprimir

Viernes 13

El viernes 13 es considerado un día de mala suerte en las culturas anglosajonas - Estados Unidos, Inglaterra y otros países - así como el martes 13 en Latinoamérica. Tanto que en EE UU en algunos hoteles no existe el piso 13. Se pasa del 12 al 14.

Se trata de un mito y como todo mito, una vez instalado, resulta eficaz para unos e inexistente para otros. Depende de la propia novela que cada uno ha armado donde alojarse. Cuando fallan las herramientas racionales, acudimos casi sin darnos cuenta a lo irracional. El viernes 13 es un ejemplo de esto.

Provengo de una familia "libre pensadora", moderna si se quiere llamarla así pero... (siempre hay un pero) supersticiosa. Y estas irracionalidades quedan inscriptas como marcas en el orillo por más que ya pueda mirar de frente a un gato negro... para que no se me cruce. Tenés que mirarlo fijamente y zafás de los siete años de mala suerte.

El último viernes 13 invité a unos amigos a comer en casa, así no salía, que es lo que se recomienda en esos días en mi familia. El delivery llegó puntual, la temperatura fue ideal - no hacía calor - el vino fluyó más que la Coca Cola.

Como somos razonablemente normales, charlamos primero de conocidos ausentes que no pudieran defenderse, con mucha soltura de lengua. Luego de las críticas y obviedades de rigor alguien dijo:

- De política no hablemos, por favor.

- De psicoanálisis menos - gritó otro. A la tercera persona ya no la escuchamos.

Soy la clase de chica que cuando invita gente a su casa, le gusta que vuelva. Como ya no quiero convencer a nadie de nada, me privo de saborear ciertos temas en mi casa. En un restaurante no. Salgo a comer muchísimo.

Una recomendación: cuando invitás a tu casa tenés que hacerte un poco la "uda" si no querés terminar comiendo con el encargado de vigilancia del turno noche. Seguramente el Manual de la Etiqueta para la Mujer Moderna lo dice de otro modo. Creéme que te lo resumí bien.

Nos dedicamos entonces a la nota de color - negro - del día que fue sin dudas la del gato, seguro negro, que cayó sobre la cabeza de una mujer dejándola hace siete meses de la nuca e internada.

Pasamos por todo el repertorio de bromas muy parecidas a los 253 comentarios que leí en uno de los periódicos on-line que suelo leer. Leo cinco.

Que ¿cómo quedó el gato? El gato tiene siete vidas, la mujer una sola cabeza, a la señora le dieron gato por liebre. Che, ¿alguien sabe si fue un martes 13? Hasta que se escuchó un "es el destino".

El tema menos frívolo que no tocamos, porque de alguna manera rozaríamos lo político y alguno no lo quería, es que la noticia se dio a conocer un viernes 13 cuando el hecho sucedió hacía siete meses. Pero no importa, lo importante era no salir de casa.

Para los griegos el destino era materia inopinable, ya que no se lo podía torcer ni burlar. Estaba trazado de antemano por los dioses y cualquier cosa que hiciera el héroe trágico iba a terminar como Ellos lo quisieran. Mirá que a Edipo le advirtió la esfinge que tomara otro camino, pero igual el tipo se mandó sin saber que la humanidad toda habría de sufrir ese amor desmedido por el progenitor del sexo contrario.

La tradición norteamericana en literatura, Faulkner, por ejemplo, también cree como alguno en mi familia, en el destino como una forma de maldición o de no pasarla bien. Y cuando Auster, me atrevo a decir, habla de azar, es también destino. Se trata de un azar que inexorablemente va a suceder. Después de todo, ambos se criaron en los Estados Fundidos de Norteamérica. Si hasta Woody Allen cree en el destino, por más que haya destinado horas de su vida a psicoanalizarse, cuando está seguro de que siempre algo "malo" va a suceder.

En mi caso particular se trataba de no salir de casa. Cuando ya estaba por cantar ¡gloria! y mientras servía la comida, el último viernes 13 solamente se me rompió el único plato antiguo que conservaba de mi madre, a las 11:45 de la noche. Si comíamos más tarde estoy segura de que zafaba de tener que tirarlo. Porque guardar objetos rotos trae mala suerte, se dice en mi familia.

Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.