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Frases famosas del cine

El cine es sin duda una de las creaciones más formidables que nos ha dejado el siglo XX. Imposible no dejarse atrapar por su magia y la marca de algunas frases imborrables como las que siguen.

La escena transcurre durante el encuentro de una señorita con un señor en un bar caro pero malo. De esos donde el aroma a café se mezcla con el de la fugazzeta con fainá.

Él: "Te haré una propuesta que no podrás rechazar".

Ella: "¿Como la de Marlon Brando en El Padrino?

Él: "Algo así. Tú sabes que "Amar significa nunca tener que decir lo siento".

Ella: "¿Me hablas a mí, Travis? ¿Es acaso esto un Love Story? Recuerda que soy la clase de chica a quien le "gusta cómo huele el napalm por las mañanas".

Él. "Ninguna Eva ni ninguno de sus Adanes son perfectos".

Ella: "De acuerdo, estoy lista para el primer plano, Sr. de Mille", aunque esté prácticamente en el ocaso de mi vida.

Él: "Si tú saltas, yo salto también" como en Titanic.

Ella: Concretamente "¿Qué pretende usted de mí?". ¿Carne o una Coca?

Él: "Simplemente soy un chico delante de una chica pidiéndole que lo quiera".

Ella: "Con tu permiso, me voy a casa a tener un ataque al corazón".

Él: Quédate. "El mundo se derrumba y nosotros nos enamoramos" en Mar del Plata o Casablanca, lo mismo da.

Ella: Tú sabes. Como se ha dicho tantas veces, "los diamantes son los mejores amigos de las mujeres".

Él: No los tengo aún. Pero "juro que aunque tenga que matar, mentir o mendigar, pongo por testigo a Dios que jamás volverás a pasar hambre". Mis palabras no se las lleva el viento.

Ella: "Si al menos Dios te hiciera una señal como para abrir una cuenta en un banco de Suiza" como a Boris Gruchenko.

Él: "Francamente, querida, eso me importa poco". Sé que lo conseguiré porque "siempre he dependido de la amabilidad de los extraños".

Ella: Pero acaso, ¿"Eres un pájaro, un avión o eres... Superman?

Él: Soy un ciudadano que paga sus impuestos. "Tú te consideras un espíritu libre, un ser salvaje y te asusta la idea de que alguien pueda meterte en una jaula. Bueno nena, ya estás en una jaula, tú misma la has construido y en ella seguirás vayas donde vayas" aunque desayunes en Tiffany´s todos los días.

Ella piensa: "De todos los bares de todas las ciudades del mundo tuvimos que venir a éste", donde el olor a pizza es insoportable.

Ella: "Una relación es como un tiburón, tiene que estar continuamente avanzando o se muere. Y me parece que lo que tenemos es un tiburón muerto..."

Él: Bien, en ese caso "siempre nos queda París" donde no hay tiburones. Pide al mozo: "Dame un whisky con gaseosa al lado y no seas tacaño".

Ella: "Quiero lo mismo que él" -al mozo-. "La vida es como una caja de bombones. Nunca sabes con qué te vas a encontrar".

Él: No me trates como un "Forrrrrrrrest". No estoy loco.

Ella: "Todos nos volvemos locos alguna vez". No como en Psicosis, claro está.

Él: "La puta que vale la pena estar vivo".

Ella: No te apresures, querido. Seré breve "No quiero necesitarte porque no puedo tenerte", así de sencillo. "Toca de nuevo esta canción" pero no delante de mí, sino a otra muñeca. "Después de todo, mañana será otro día". ¿Sabes qué?

Él: ¿Qué?

Ella: "Creo que esto es el inicio de una bella amistad".

Él: Si así es "Hasta la vista, baby".

Ella: "Buenas noches y buena suerte".

Ambos piensan de sí mismos: "Dos potencias se saludan".

- ¡Pepe!, dice el mozo que los atendió a otro. Verás cómo el "Año que viene, a la misma hora" se encontrarán en este mismo bar.

Fuente: Diario El Día de La Plata; Revista Domingo; 4.9.11

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