Soplan ventarrones nocivos para una ONG israelí que cuestiona la ocupación de territorios militarmente ocupados y sus consecuencias, un grupo surgido de miembros de la reserva de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) que pretende ejercer como conciencia crítica del Estado judío.
Dos ministros de Netanyahu vetaron el acceso a los cuarteles y las escuelas a un grupo de veteranos de las FDI que recopila testimonios de oficiales y soldados sobre supuestos abusos.
Al mismo tiempo, un movimiento ultranacionalista hebreo lanzó una campaña contra esa organización, a la que acusa de actuar como agente extranjero, ya que recibe fondos de la Unión Europea (UE), y de apoyar a quienes cometen ataques violentos contra ciudadanos israelíes.
El ministro de Defensa, Moshé Yaalón, y el de Educación, el ultranacionalista religioso Naftali Bennett, dieron órdenes para impedir el paso a los centros dependientes de su departamento a los miembros de «Rompiendo el Silencio» («Shovrim Shtiká») . Se trata de una organización de veteranos de las FDI que recopila testimonios de militares sobre supuestas violaciones del código ético del ejército redactado por distinguidas personalidades hebreas, que incluyen rabinos, filósofos, jueces y ex altos oficiales, entre otros.
Su último trabajo, que generó una amplia polémica en Israel, documenta los relatos de decenas de militares en la operación «Margen Protector» que las FDI lanzaron contra Hamás en Gaza durante el verano de 2014.
Los integrantes de «Rompiendo el Silencio» ya no podrán acudir a dar charlas a los cuarteles ni a los centros educativos. Bennet, líder del partido Habait Haiehudí y principal dirigente del movimiento político de los asentamientos judíos en Cisjordania, consideró que esa organización incita con «mentiras» a los ciudadanos contra las FDI.
Un portavoz de «Rompiendo el Silencio» aseguró que Yaalón y Bennett demostraron con su veto que sólo parecen necesitar a los soldados como «carne de cañón para reforzar los asentamientos».
Las críticas a «Rompiendo el Silencio» desde los sectores más ultraconservadores del Gobierno cobraron fuerza tras la participación de la organización en un foro organizado por el diario «Haaretz» en Estados Unidos. El debate tuvo repercusión entre la influyente comunidad judía norteamericana y contó con la asistencia de miembros de la Administración. El propio presidente Obama envío un saludo y un mensaje de apoyo mediante teleconferencia.
En el coloquio figuraban también el presidente de Israel, Reuvén Rivlin, y el secretario general de la OLP, Saeb Erekat. Rivlin, considerado representante del ala moderada del partido Likud, que encabeza Netanyahu, fue cuestionado por sectores extremistas israelíes, por participar en el mismo foro que «Rompiendo el Silencio», y recibió por fuertes insultos en las redes sociales.
En paralelo, «Rompiendo el Silencio» es el objetivo de un vídeo difundido en la web por «Im Tirtzú» («Si lo queries»), movimiento encuadrado en el campo judío ultranacionalista mesiánico.
La grabación comienza con un acuchillamiento simulado para mostrar después las imágenes de cuatro responsables de organización israelí que critica la ocupación, a los que califica de ser «espías» de países europeos.
«Son israelíes, viven entre nosotros, pero son espías. Mientras luchamos contra el terrorismo, ellos luchan contra nosotros», dice el narrador en la cinta.
Uno de los responsables de «Rompiendo el Silencio» que aparece en el vídeo, el director del Comité Contra la Tortura en Israel, Yishai Menuhin, denunció ante la policía la campaña de «Im Tirtzú». «Intentan acusar de no ser auténticamente israelíes a quienes no piensan como ellos. Defiendo la libertad de expresión, pero esta vez cruzaron una línea roja. Tengo miedo de sufrir un ataque tras la difusión del vídeo en la web», aseguró.
Otros miembros consideran preocupante la acusación contenida en el vídeo. «La voz es la voz de «Im Tirtzú», pero quien está detrás es el Gobierno», declararon a la radio pública israelí.
El principal responsable de «Im Tirtzú», Matán Peleg, dijo a la radio militar «Galei Tzáhal» que «el vídeo no es violento, y no señala a nadie como objetivo».
«Simplemente explicamos a la opinión pública el fenómeno de las organización que opera con fondos extranjeros, de Gobiernos europeos con el fin de presentar a los soldados de las FDI de ser criminales de guerra», puntualizó.
El director y fundador de «Rompiendo el Silencio», Yehuda Shaul, dijo que el problema no son las FDI.
«El problema no son las FDI, sino Bennett y su entorno. Bennett es uno de los pilares del gobierno más intransigente de nuestra historia. Su gente quiere crear un Estado fascista y totalitario en lugar de una democracia. Nosotros, en cambio, defendemos un Estado en el que todos seamos iguales ante la ley, una democracia que respete los derechos humanos, y es este cisma entre ellos y nosotros el que creó el conflicto».
«Nada va a cambiar a partir de ahora. Vamos a seguir haciendo nuestro trabajo. Simplemente, que desde ahora Bennett no nos va a invitar a ninguna escuela. No quiere que se cuestione la ocupación, quiere silenciar cualquier voz discrepante, no quiere que contemos a los israelíes lo que realmente está ocurriendo en los territorios ocupados. Sabemos que nuestras acciones erosionan su proyecto pero no nos vamos a parar», agregó.
Shaul aseguró que los testimonios que recoge «Rompiendo el Silencio» son investigados a fondo, se contrastan con otras fuentes y siempre se verifican. Además, antes de publicarse tienen que ser aprobados por la censura militar, de manera que cualquier sospecha debe de ser apartada del procedimiento utilizado.